Salarios bajos a maestros, consecuencia del entreguismo sindical

Por Joel Álavarez Borrego

Las protestas de la clase trabajadora a través de los años, la frustración encajada en los rostros y una mentalidad llena de deseos no logrados es una manifestación en contra de los grupos en el poder, los grandes grupos opresores.

Hemos de decir que los sindicatos, aquellas organizaciones que nacieron para defender a los trabajadores en su mejora salarial, en sus horas acumuladas en una jornada laboral y sus condiciones laborales, se vieron convertidos, con el paso del tiempo, en organizaciones apegadas al poder político en turno, el corporativismo en toda la extensión de la palabra.

El neoliberalismo, una doctrina política de rapiña, donde se procura que los beneficios lleguen a los de arriba hundiendo en la miseria a los de abajo trajo consigo el aumento de la pobreza, el desmoronamiento de los salarios y una serie de abusos en detrimento de la clase social más desprotegida.

En el caso del Sindicato Nacional de trabajadores de la educación (SNTE) una organización que aglutina a un promedio de un millón y medio de profesionales de la educación, trabajadores administrativos y de intendencia, técnicos, etc., se cometió el gravísimo error de verse convertido en un sindicato corporativo ( ya lo hacía de tiempo atrás) al servicio de los sexenios encabezados desde Miguel de La Madrid Hurtado hasta Enrique Peña Nieto, 36 años de vil rapiña donde los líderes sindicales del SNTE aprovecharon para enriquecerse sin empacho alguno mientras los salarios se mantenían prácticamente estancados, quedando para la inmensa mayoría de sus afiliados la canasta básica inalcanzable.

En el caso de Sinaloa, el ISSSTESIN, que fuera creado en los tiempos seccionales de Eduardo Garrido Achoy, prácticamente se lo acabaron los mal llamados líderes sindicales, lo dejaron en bancarrota por los desfalcos millonarios. Los cual vino a perjudicar a los trabajadores de la educación viéndose afectados al no poder conseguir préstamos para la construcción de una vivienda digna , préstamos personales con intereses módicos y otras prestaciones.

Los salarios de los maestros no alcanza la etiqueta de satisfactorios pues es bastante reducido, pero los bolsillos de los “líderes” se ven muy abultados. El profesional de la educación, al no contar con un salario digno sólo le queda alzar la voz para ejercer la protesta y que sea escuchada por la sociedad en su conjunto. Es sabido que el salario del profesional de la educación en México es uno de los peor pagados a nivel mundial.

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1 Comment

  1. Lucia Judith dice:

    Excelente la ponencia del maestro Joel Alvarez Borrego ,un escenario claro de la triste realidad de los docentes en México.Del ejercicio sindical que lejos de promover un salario digno ha afectado los recursos económicos de dependencia que deberían fortalecer a la base trabajadora.

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