Uno de los beneficios, mantener el poder adquisitivo de productos de la canasta básica
En la Mañanera de este jueves 7 de marzo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) anunció que la inflación anual en el país continúa su tendencia a la baja. En comparación con el informe anterior, se registró un índice del 4.40 por ciento, lo que se debe al aumento del 0.9 por ciento en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC). Este cambio marca una pausa en la tendencia al alza que venía experimentando en los últimos tres meses.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se situó en un 4.40% durante la segunda mitad de febrero, mostrando un aumento más moderado en comparación con el 4.88% registrado en enero. Este ligero incremento del 0.09% representa el ritmo más bajo para el mismo período desde 2019.
Según los datos revelados, la inflación no subyacente, que incluye productos con precios más volátiles y tarifas administradas por el Gobierno, disminuyó a un 3.67% en febrero, frente al 5.24% observado en enero. Los precios de productos agropecuarios cayeron un 4.60%, mientras que los precios de energéticos y tarifas autorizadas aumentaron un 2.12%.
Por otro lado, la inflación subyacente, que refleja la tendencia a largo plazo de la inflación, también se desaceleró, ubicándose en un 4.64% en febrero, la cifra más baja desde junio de 2021.
Productos esenciales en la canasta básica como frutas y verduras experimentaron descensos significativos en sus precios. Por ejemplo, el jitomate registró un descenso del 41.8%, el tomate verde bajó un 21.1%, el chile poblano un 20.7% y el huevo un 1.8%.
Estos datos reflejan un panorama en el que la inflación muestra signos de estabilización, brindando un respiro a los consumidores mexicanos, especialmente en lo que respecta a productos básicos.