Por Andrés Manuel López Obrador
Los conservadores no quieren que se conozca la historia. Hablaban recientemente los neoliberales, los teóricos de la política neoliberal del fin de la historia, y todavía algunos: ‘¿Y para qué voltear atrás?’ Pues si no sabemos de dónde venimos, no vamos a saber hacia dónde vamos.
Hoy vamos a hablar de Morelos, porque eso es lo que nos inspira, José María Morelos y Pavón, cura michoacano, a quien Hidalgo nombró el 20 de octubre de 1810 jefe insurgente en el sur de México. Hay una anécdota, que se encontraron Hidalgo y Morelos, hay un debate también en donde fue el pueblo donde se encontraron, pero, bueno, se habla de Charo, Michoacán.
Y ya ven, como los líderes somos dados a discutir mucho, y se dice que en ese encuentro Hidalgo y Morelos sólo se vieron tres minutos, y lo único que le dijo Hidalgo a Morelos fue: ‘Vete al sur’, y ya Morelos tenía claro, ya sabía lo que tenía que hacer. Tres minutos, ‘vete al sur’.
Suele pasar en los dirigentes que discusiones, ¿no?, asambleas, y si se burocratizan los movimientos hasta se solicita ‘dámelo por escrito’, y aquí fue tres minutos, ‘vete al sur’.
‘Luego del fusilamiento de Hidalgo, el también sacerdote, político y militar, Morelos, ocupó la dirección del movimiento de Independencia hasta que fue asesinado el 22 de diciembre de 1815 en Ecatepec’. Aquí cerca, en el Estado de México.
‘La vida de José María Morelos y Pavón es uno de esos acontecimientos históricos irrepetibles. En su infancia y juventud fue arriero. Más tarde, seminarista, cura, libertario, demócrata, patriota, legislador y estadista. Siempre se le recuerda como militar, atrincherado en el sitio de Cuautla, en donde surgió la cariñosa copla popular —todavía se escucha—: ‘Por un cabo doy dos reales, por un sargento un doblón, por mi general Morelos doy todo mi corazón.’
Hace unos días ya hablábamos de que el maestro Carlos Pellicer lo describe así:
‘Imaginad una espada en medio de un jardín, eso es Morelos. Imaginad una pedrada sobre la alfombra de una triste fiesta, eso es Morelos. Imaginad una llamarada en almacén logrado por avaricia y robo, eso es Morelos.
‘Lo que más admiro de este auténtico siervo de la nación es su fervor por el pueblo y la forma en que busca reivindicarlo. El documento que da a conocer en Chilpancingo, Guerrero, en 1813, conocido como Sentimientos de la Nación, es un texto fundacional que debe ser de lectura…’ No puedo expresar ‘obligada’, pero sí de lectura para todos los que quieren conocer la profundidad política de los dirigentes de nuestro país y los que quieren dedicarse al noble oficio de la política.
‘En ese documento se recoge y expresa en pocas palabras, con sencillez y buena prosa, un tratado de humanismo, aún vigente por su relevante dimensión social’. Un tratado de humanismo.
‘Los 23 puntos citados por Morelos…’ Y pongo dictados por Morelos porque hay quienes dicen que él los dictó y los escribió Andrés Quintana Roo, y le decía Morelos: ‘Usted, que es un hombre de letras ponga, por favor…’ y ya le dictaba.
‘Los 23 puntos dictados por Morelos son de gran profundidad en el terreno de la democracia y de la legalidad, pero hay cuatro de estos postulados que me parecen de una excepcional trascendencia histórica y humana’.
Decía Morelos, imaginémoslo, cómo le hablaba a Quintana Roo: ‘Usted, que es un hombre de letras, ponga, escriba, que se modere la indigencia y la opulencia’.
‘No encuentro —digo yo— una fórmula más clara para tratar el añejo problema de la desigualdad económica y social en nuestro país, ‘que se modere la indigencia y la opulencia’.
Yo no sé si pueda poner esto, pero es académico o teórico:
‘Aunque parezca increíble y nos sorprenda, en los tiempos de neoliberalismo —hasta hace poco— la desigualdad se volvió aún más extrema que cuando Morelos exigía que se moderada la indigencia y la opulencia’, más extrema y ofensiva.
‘Por eso, el combatirla con una mejor distribución de la riqueza, del ingreso y del presupuesto es hoy…’ Pues una necesidad básica, no puedo poner lo que aquí está escrito.
Pensaba Morelos —seguramente le decía a Quintana Roo, fíjense si un economista de nuestro tiempo, un sociólogo, un politólogo, un filósofo, un abogado, podría tener la capacidad de resumir que tenía Morelos, decía, pensaba— que se eleve el salario del peón’. Nada más. ¿Cuántas palabras? Fíjense cómo lo elabora, son unas cuantas palabras. ¿Acaso no es también lo suficientemente clara esta demanda, que se eleve el salario del peón?
No voy a leer lo demás. Me voy a la tercera demanda:
‘Pedía Morelos que se eduque al hijo del campesino y del barretero —el barretero es el trabajador, el peón que trabajaba en las minas— que se eduque al hijo del campesino y del barretero igual que al hijo del más rico hacendado’. Esto tiene que ver con la educación pública.
‘Exigía Morelos —fíjense esto, tan vigente— que existan tribunales que protejan al débil de los abusos que comete el fuerte, esto exige acabar con la impunidad y que se deje de castigar exclusivamente a quien no tiene con qué comprar su inocencia.
‘Aunque estos son para mí los postulados más precisos y vigentes, hay en los Sentimientos de la Nación otros puntos de gran trascendencia. Por ejemplo, el que declara libre e independiente de España a América, también de cualquier otra nación, gobierno o monarquía; el que establece que la soberanía dimana inmediatamente del pueblo —ya ven cómo quieren ya hasta desaparecer la palabra ‘pueblo’—; el que divide los poderes en Ejecutivo, Legislativo y Judicial; el postulado de que el gobierno liberal debe sustituir al tiránico; el reclamo de leyes generales que valgan para todos y, por tanto, la tácita abolición de los fueros que privilegiaban a las minorías.
El punto quince proscribe para siempre la esclavitud y la distinción de castas, cito textualmente: ‘Quedando todos iguales y solo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud’.
Y hay algo muy importante, visionario en los Sentimientos de la nación, que realmente demuestra lo que era Morelos. Esto es 1813: ‘Este cura, profundamente humano y precursor de la justicia, declara prohibida la tortura’, desde entonces. Entonces, en esto nos guiamos, aquí están las enseñanzas.
Aquí puedes ver las capsulas de historia: