Este viernes, un grupo de policías ecuatorianos ingresó por la fuerza a la embajada de México en Quito, donde se encontraba el exvicepresidente Jorge Glas, luego de que el gobierno mexicano le otorgara asilo político, en medio de tensiones diplomáticas entre ambos países.
Los policías, llegando en vehículos negros, forzaron las puertas exteriores de la embajada mexicana en el norte de la capital ecuatoriana y penetraron en los patios.
Roberto Canseco, jefe de la sección consular mexicana en Quito, expresó su conmoción fuera de la embajada, describiendo el allanamiento como un acto delictivo.
“Como delincuentes allanaron la embajada de México en Ecuador; esto no es posible no puede ser, es una locura”.
Cuando se le preguntó sobre la situación del exvicepresidente Glas y si había sido detenido por la fuerza pública, respondió preocupado: “Entiendo que sí, estoy muy preocupado porque pueden matarlo; no hay ningún fundamento para hacer esto, no, esto es totalmente fuera de toda norma”.
The Associated Press solicitó comentarios a la Cancillería y al Ministerio del Interior de Ecuador, pero aún no ha recibido respuesta.Poco antes del allanamiento en la embajada, la canciller mexicana publicó un mensaje en X, instando a Ecuador a otorgar el salvoconducto a Glas para que pueda salir del país.
“El derecho de asilo es sagrado y estamos actuando en congruencia plena con las convenciones internacionales, otorgando asilo a #JorgeGlas. Confío en que el gobierno de Ecuador disponga del salvoconducto cuanto antes”.