Por Diego Angulo
El año pasado, el gobierno de la 4T decidió comprar 2 millones de toneladas de maíz a un precio de garantía de $ 6,965 pesos a productores de menos de 15 hectáreas a través de SEGALMEX (1.2 mill.) y Gobierno del Estado de Sinaloa (0.8 mill.); el resto de los 6 millones de toneladas se vendieron en el libre mercado.
Los productores de menos de 10 y 15 hectáreas (que son la mayoría) que no tuvieron problemas para que les pagaran, vieron por primera vez utilidades que les permitieron vivir el año pasado una vida digna como merece un pequeño campesino. Apoyar a los pequeños productores, a los más debajo de la cadena productiva, es un imperativo de la 4T que se resume en el lema “por el bien de todos, primero los pobres”.
Sin embargo, este esquema no gustó a los grandes productores que anidan en las asociaciones de agricultores o son los dirigentes que hoy encabezan la demanda por un “precio parejo” para el maíz porque siempre en los gobiernos del PRIAN se les trataba “por igual”, según.
Lo peor que puede hacer el gobierno del estado y federal es traicionar la base ideológica de la 4T y plantear un precio parejo porque condenaría al pequeño productor a la pobreza según los criterios que utiliza CONEVAL.
Les explico, con el caso de mi madre. Ella tiene 10 hectáreas, 5 sembró de maíz y 5 de garbanzo por falta de agua. Con el garbanzo le fue mal (no hay precio, pero es un producto de exportación, no se puede subsidiar), la única esperanza es el maíz (que es de consumo nacional, está en la canasta básica y es parte de la soberanía alimentaria). Supongamos que definen un precio parejo de $5,500 pesos la tonelada. Para el ciclo Otoño/Invierno en Sinaloa, el rendimiento estimado por hectárea es de 12 toneladas según el SIAP y los costos de producción de $51,190 en la modalidad tradicional según FIRA. Haciendo las matemáticas con estos números, el ingreso por hectárea sería de $66,000, pero descontando los costos ($51,190), las ganancias quedarían en $14,810 por hectárea. Es decir, que, por sus 5 hectáreas, mi mamá obtendría $74,050 para sobrevivir todo el año, es decir, $6,170 pesos al mes.
Hay dos problemas en esta cuenta, 1) Donde vive mi madre por falta de agua se aprobaron solo 3 hectáreas de maíz por productor de 10 hectareas, pero como mi hermana tiene otra parcela que no se sembró, pasó el agua a mi mamá, de ahí las 5 (hay muchos productores que sembraron menos). 2) Que en una casa el productor no vive solo, vive su pareja e hijos, de 3 a más personas, entonces las ganancias son repartidas para todos los miembros del hogar.
Es aquí donde entran los datos de la pobreza publicados por CONEVAL. A marzo de 2024, la línea de pobreza por ingreso (canasta alimentaria, salud, educación y otros) es de $3,252 pesos por persona en el medio rural, un precio de $5,500 maíz condenaría a mi mamá y a mi sobrino (que vive con ella) a tener un ingreso inferior la línea de pobreza. Para no ser pobres, en la casa tendrían que tener ingresos superiores a $6,504 pesos, pero el maíz les va dar $6,170, faltan 334 pesos.
¿Pero en las familias que tienen 3, 4 o más integrantes? Si son más de 4 integrantes no les alcanzaría ni siquiera para comer, es decir, la pobreza extrema; la línea de pobreza extrema a marzo del 2024 es de $ 1,750 pesos al mes según CONEVAL, es decir, se requerirían ingresos de 7 mil pesos mensuales por 4 integrantes, 830 pesos más que el ingreso de las ganancias obtenidas a un precio de $5,500 pesos la tonelada de maíz.
El gran productor tiene también problemas, pero no el de una familia de 10 hectáreas, además de tener menores costos de producción en la compra en volumen, como tiene varios lotes, puede sembrar 10, 20, 30 o más hectáreas de maíz y cultivos de baja demanda teniendo ingresos bajos, pero para subsistir en mejores condiciones que los de 10. Eso sí, no ganarán como otros años, pero no vivirán debajo de la línea de pobreza.
Solución:
- Plantear a SEGALMEX cambiar reglas de operación sobre el precio de garantía de $6,915 pesos para incluir a los de menos de 15 hectáreas de riego hasta 5 sembradas de maíz y hasta 30 toneladas por productor como están las reglas. Eso permitiría un ingreso extra de 42,450 pesos más por productor, suponiendo que el precio fuera de $5,500 pesos (ya no estarían por debajo de la línea de pobreza).
- Plantear un esquema por productor en igual de tonelada que beneficie a la persona y no al volumen. Es decir, en vez de garatizar un precio por tonelada, buscar un ingreso mínimo objetivo o un salario agrícola, esto significaría, que además del precio objetivo tendrían un salario que garantice su supervivencia. Si tomamos como referencia el ingreso mínimo mensual por encima de la línea de pobreza, 3,522 pesos según CONEVAL, al año sería $39,024 por productor. Miren, SEGALMEX apoyó a 12 mil 297 productores sinaloenses en el 2023 de menos de 15 hectáreas, tomado como referencia ese dato, la creación de un salario agrícola tendría un costo de solo 480 millones de pesos, mucho menos que los 4 mil 800 millones de pesos del gobierno del estado y 7 mil 177 millones de SEGALMEX.
Este esquema mixto en beneficio de los que menos tiene, costaría mil millones de pesos y representarían un ingreso más de 81 mil pesos más por productor, los sacarías de la pobreza, y si se mantiene en otros ciclos, garantizaría una producción maíz constante abonando a la soberanía alimentaria.
Lamentablemente, en el gobierno de Sinaloa no existen profesionales de la política pública con orientación de izquierda que piensen siempre primero en los que menos tienen, de hecho, existen muchos funcionarios que siguen actuando como si estuviéramos en el prianato. Implementar un precio parejo en el maíz seria condenar a los pequeños productores a la pobreza, y lo peor, la derrota cultural de nuestro movimiento. Eso no significa que no se busque un precio justo para los grandes, pero no igual.
La última vez que AMLO estuvo en Sinaloa el gobernador Rubén Rocha confesó que en una reunión privada el presidente les informó que el hecho que más le ha causado orgullo y felicidad de su gobierno fue cuando Coneval informó que 5 millones de mexicanos habían salido de la pobreza, porque era el reconocimiento del éxito de su planteamiento humanista y la economía moral. Siento que ahí esta el detalle, hay un error en el enfoque de solución al problema del campo, que ha sido meramente coyuntural buscando un precio objetivo, en ese sentido la forma en que se plantea a AMLO es solo basado en costos monetarios y no en la disminución de la pobreza.
Para dejarlo claro y categórico, en el campo sinaloense, seriamos una fábrica de pobres como lo fue el periodo neoliberal.