Ecuador ha tomado la decisión de suspender las actividades laborales, tanto públicas como privadas, durante dos días debido a la crisis energética provocada por un déficit histórico en los embalses que alimentan las hidroeléctricas.
El presidente Daniel Noboa anunció la suspensión de la jornada laboral para el jueves y el viernes, señalando que esta medida responde no solo a condiciones ambientales adversas, sino también a actos de corrupción y negligencia.
La emergencia en el sector eléctrico fue declarada el martes, con la solicitud de renuncia de la entonces ministra de Energía, Andrea Arrobo. Ante la situación, el presidente encargó la cartera de Energía al titular de Transporte y Obras Públicas, Roberto Luque, y ordenó una investigación por posibles casos de corrupción que afectarían la producción de electricidad.
Durante los días de suspensión laboral, los sectores estratégicos del Ejecutivo trabajarán al máximo para resolver la crisis energética. Las centrales eléctricas realizarán mantenimientos en sus plantas, lo que implicará racionamientos programados.
Además, Colombia ha dejado de exportar energía a Ecuador como medida para hacer frente a la grave sequía asociada al fenómeno de El Niño, que ha dejado los embalses del país por debajo del 30% de su capacidad.
El presidente Noboa anunció que en abril solo se cobrará el 50% de la factura de luz a los hogares.