En la mañanera, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), reiteró su condena a las prácticas injerencistas de Estados Unidos en América Latina. Esta postura se suma a una serie de pronunciamientos anteriores en los que el mandatario mexicano ha expresado su firme rechazo a la intervención extranjera en los asuntos internos de los países de la región.
“Ha predominado politica injerencista, Han predominado estos fallos, y se meten en asuntos internos. Que tienen ellos que meterse, en las diferencias que tenemos en el Poder Judicial. Quienes son ellos para intervenir. Violando flagrantemente el derecho internacional, la independencia y soberanía de los pueblos. Nosotros somos respetuosos”.
Durante su intervención, el presidente mexicano hizo hincapié en la importancia de la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos y en el respeto a su soberanía.
Rechazó el contenido del informe que consideró que es poco serio y carente de sustento y de pruebas: “¿Cómo le vamos a hacer caso si dicen que nosotros promovimos 20 mil mensajes contra la ministra presidenta (de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña)? ¿Dónde están las pruebas? Es muy irresponsable, es una tomadura de pelo. No son serios, son mentirosos, que prueben. ¿Cómo nos vamos a estar metiendo en eso?”.
Durante su conferencia dijo que hay una manía en el gobierno de Estados Unidos de entrometerse en la política interna de otros países, opinar, dar cartas de buena conducta, como si fuesen los jueces del mundo, el gobierno mundial.
Resaltó las contradicciones que prevalecen al interior del gobierno porque no es lo mismo la postura de la Casa Blanca, otra es el Departamento de Estado y otras son las agencias como la DEA o la CIA. En este contexto, identificó una internacional de la ultraderecha que apoyan posturas afines que en el caso de México, es mediante el apoyo a organizaciones como la de Claudio X González.
López Obrador destacó que durante un reciente viaje a Ecuador, se enteró de un plan respaldado por el Departamento de Estado para combatir el narcotráfico en ese país, similar a los planes implementados en Colombia y México (Plan Colombia y Plan Mérida, respectivamente). Sin embargo, el presidente mexicano denunció un incidente en el cual la embajada mexicana fue asaltada, considerándolo una violación flagrante de la soberanía de México y del derecho internacional. En respuesta a este hecho, el Departamento de Estado emitió un comunicado carente de sustancia, contradictorio y ambiguo. Afirmó que la decisión detrás de este incidente probablemente fue tomada sin el conocimiento del presidente Joe Biden, evidenciando una desconexión entre la Casa Blanca y el Departamento de Estado.
A pesar de sus críticas al informe y las posturas del Departamento de Estado, López Obrador reconoció la importancia de las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos en áreas como la economía. Destacó la dinámica fronteriza entre ambos países, así como la creciente inversión extranjera estadounidense en México y el flujo de exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos.
Enfatizó la necesidad de cooperación económica, el combate al narcotráfico y la ayuda humanitaria entre ambos países, pero subrayó que estas acciones deben realizarse con absoluto respeto a la soberanía nacional. López Obrador planteó interrogantes sobre cómo mantener la cooperación bilateral con respeto mutuo y cómo abordar los incidentes de este tipo. Insistió en la importancia de que Estados Unidos aprenda a respetar la soberanía de México, ya que el fortalecimiento de ambos países depende de una relación basada en el respeto y la cooperación mutua.