AT&T y Movistar han acordado extender su acuerdo de compartición de infraestructura por seis años más, hasta 2030. Este acuerdo permite que el tráfico generado por los usuarios de Telefónica en México se transporte a través de las redes de AT&T.
Para Movistar, esto ha supuesto un ahorro significativo al poder deshacerse de costosas frecuencias de espectro que ya no necesita, mientras que para AT&T, este trato ha representado su principal fuente de ingresos mayoristas, mejorando la rentabilidad de su red de telecomunicaciones.
El convenio entre ambas empresas comenzó en noviembre de 2019 y se basa en el uso de redes celulares. En ese momento, Movistar enfrentaba dificultades financieras debido a altos costos fiscales por la explotación de frecuencias para servicios 3G, mientras que AT&T luchaba por generar valor a partir de su red, adquirida por 3,000 millones de dólares. Además, AT&T estaba perdiendo clientes de pospago en un mercado móvil mexicano altamente concentrado.
Este acuerdo permitió a Movistar mantener a flote su operación en México, mientras que AT&T encontró una oportunidad para convertirse en un proveedor mayorista, manejando el tráfico de más de 40 millones de personas en el país, incluyendo su propio tráfico, el de Movistar y el de otras compañías móviles virtuales.
Actualmente, AT&T tiene siete clientes móviles virtuales, además de Telefónica, y pronto podría anunciar un nuevo cliente.
Gracias a este acuerdo, Telefónica mantiene más de 20 millones de clientes en México y su unidad se ha convertido en su negocio de telefonía móvil más grande en América Latina de habla hispana. Además, fue la empresa que ganó más clientes de pospago a finales de 2023, y ahora puede acceder a la banda de 3.5 GHz para servicios 5G a través de AT&T.
Por su parte, AT&T ha asumido el papel de operador mayorista, transportando las comunicaciones de una cantidad de personas equivalente a toda la población de Argentina. Según sus estados financieros, la empresa está preparada para adquirir más bandas radioeléctricas de 5G para competir con Telcel y retener a Movistar como cliente.
El principal desafío para ambas compañías sigue siendo el bajo consumo mensual promedio de sus clientes en comparación con Telcel. Sin embargo, ambas empresas colaboran para promover una regulación más estricta sobre el uso compartido de infraestructura por parte de Telcel.
Telefónica destacó que su operación en México se ha fortalecido gracias a acuerdos de compartición de infraestructura como el de AT&T, permitiéndole mantener su posición como uno de los principales operadores móviles del país y contribuir a la inclusión digital.
Por su parte, AT&T señaló que la extensión del acuerdo refleja el compromiso de ambas empresas con el desarrollo del sector de telecomunicaciones en México, fortaleciendo su capacidad competitiva en un mercado altamente concentrado.
Financieramente, el acuerdo espera generar ahorros de 230 millones de euros anuales para Movistar a partir de 2022 en México. No se ha revelado el monto exacto que paga Movistar a AT&T, aunque la empresa obtuvo ingresos de 1,318 millones de euros en 2023.