Edgar Adair Espinoza Robles
En la contienda política, cada elección es un reflejo del pulso de la sociedad, una oportunidad para que el pueblo exprese sus deseos y aspiraciones a través de las urnas. En Sinaloa, este pulso se ha manifestado de manera contundente en las recientes encuestas al Senado, donde los candidatos de Morena, Imelda Castro y Enrique Inzunza, superan ampliamente el 60% de apoyo, mientras que sus contrincantes del Frente Corazón por México apenas alcanzan un modesto 25%.
Lo que resulta aún más notable es que este abrumador respaldo a los candidatos de Morena se produce a pesar de una campaña marcada por los ataques y las descalificaciones por parte de sus opositores. Paloma Sánchez y Eduardo Ortiz, representantes del Frente Corazón por México, han optado por una estrategia basada en el lodo y la confrontación, en lugar de presentar propuestas claras y convincentes para el electorado.
A menos de 30 días de los comicios, la teoría política sugiere que es difícil que las preferencias electorales cambien de manera significativa. Y este escenario cobra aún más fuerza cuando se analiza el contexto político y social actual.
El buen gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha dejado una huella positiva en la conciencia colectiva de los mexicanos, ese es el juicio de los ciudadanos que mayoritariamente aprueban su gestión. Esto se explica por sus políticas enfocadas en el bienestar social, la justicia y la lucha contra la corrupción han generado un sólido respaldo popular, que se refleja en el apoyo abrumador hacia los candidatos de Morena y hasta en la apropiación cultural de los opositores de las principales banderas del gobierno federal, ya no es populismo hablar de primero los pobres ni a favor de los más vulnerables (adultos mayores, madres solteras, jóvenes del medio rural, etcétera).
Pero no solo es el liderazgo nacional el que influye en estas preferencias electorales. El Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, ha desempeñado un papel fundamental en la consolidación del respaldo hacia Morena en la entidad. Su gestión cercana a las necesidades de la población con el autodenominado gobierno con sentido humano, en los hechos, ha contribuido a fortalecer la confianza en el partido y sus candidatos.
Es evidente que el pueblo sinaloense está enviando un mensaje claro a través de estas encuestas: respaldo a un proyecto político que representa la continuidad del bienestar y la esperanza frente a la polarización y la confrontación radical.
El enfoque positivo y constructivo de Morena que Enrique Inzunza ha denominado “travesía cívica” contrasta con la estrategia de ataques y descalificaciones de sus opositores, lo que demuestra que el electorado en Sinaloa valora la propuesta por encima del ruido político.
A menos de un mes de los comicios, parece que el destino está marcado, pero en democracia, cada voto cuenta y cada ciudadano tiene el poder de decidir el rumbo de las cosas, allá, en la soledad de la urna votará con emoción, razón y/o una combinación de ambos.
Nota: El PT y el PVEM fracasaron estrepitosamente en su búsqueda del segundo sitio en Sinaloa, difícilmente estarán por encima del 5%. De MC ni hablar , por el momento son un buen meme que se salió de control, tendrán que esperar para las próximas elecciones en las que pudieran captar la diáspora del PAN y el PRI.
