La próxima administración encabezada por Claudia Sheinbaum hereda una economía caracterizada por su estabilidad, respaldada por un sólido marco de políticas macroeconómicas que han recibido una calificación favorable por parte de Fitch Ratings, manteniendo al país con grado de inversión. Sin embargo, la agencia también advierte sobre el aumento esperado del déficit este año, lo que representa un desafío clave para el nuevo gobierno.
En un análisis titulado “Desafíos críticos para la nueva administración de México: controlar el déficit y fortalecer a Pemex”, Fitch señala que los resultados de las recientes elecciones apuntan a una continuación de las políticas actuales, con el virtual triunfo abrumador de la candidata de Morena. Según el análisis, el presupuesto presentado para este año refleja un déficit fiscal que supera el 5% del PIB, el más alto en décadas, debido a un aumento en el gasto social, mayores costos de endeudamiento y la finalización de proyectos de infraestructura prioritarios.
Fitch anticipa que la deuda como proporción del PIB aumentará este año, alcanzando el 48.8%. Aunque la administración entrante ha expresado su voluntad de reducir el déficit, persiste la incertidumbre sobre cómo se logrará, especialmente en lo que respecta a reformas fiscales. El respaldo continuo a Petróleos Mexicanos (Pemex) representa otro desafío importante, ya que la deuda de la empresa sigue siendo considerable y el gobierno ha proporcionado un apoyo financiero significativo en los últimos años.
Con respecto a la mayoría legislativa de Morena, Fitch cree que esto facilitará la aprobación de presupuestos y reformas constitucionales. Sin embargo, advierte que ciertas modificaciones propuestas podrían afectar la calidad institucional y los controles y equilibrios del país.
Fitch espera que México siga beneficiándose de sus instituciones macroeconómicas sólidas y de la estabilidad general. Aunque se prevé una desaceleración en el crecimiento económico en 2024, debido a la moderación en la inversión, se espera que la economía continúe beneficiándose de la tendencia de relocalización de empresas. No obstante, las políticas de la nueva administración podrían influir en el atractivo del país para la inversión extranjera.
En última instancia, Fitch sugiere que si las políticas implementadas por la nueva administración resultan efectivas en impulsar la inversión y el crecimiento a largo plazo, esto podría respaldar una mejora en la calificación soberana de México.