Los mercados financieros en México han mostrado señales de nerviosismo ante la inminente reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). La incertidumbre y preocupación sobre los cambios estructurales en el sistema judicial han generado fluctuaciones en el mercado bursátil y en el valor del peso mexicano.
En “La Mañanera”, López Obrador afirmó que la reforma tiene como objetivo combatir la corrupción y fortalecer el estado de derecho, pero los inversionistas temen que los cambios puedan afectar la estabilidad legal y económica del país. “La reforma es necesaria para garantizar justicia para todos y no solo para unos cuantos”, expresó el mandatario.
Sin embargo, analistas económicos han advertido que la falta de detalles claros sobre la implementación y los alcances de la reforma está generando desconfianza. “La transparencia y la claridad son cruciales para mantener la confianza de los inversionistas. Cualquier incertidumbre puede traducirse en volatilidad en los mercados”, comentó un experto en finanzas de un banco internacional.
El peso mexicano sufrió una depreciación frente al dólar, y la Bolsa Mexicana de Valores registró una caída significativa en sus principales índices. Empresas del sector financiero y de servicios fueron las más afectadas, reflejando la preocupación por posibles cambios en la regulación y la aplicación de la ley.
El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, intentó calmar a los mercados asegurando que la reforma será cuidadosamente planeada y ejecutada. “Estamos comprometidos con la estabilidad económica y con un entorno de negocios favorable. La reforma judicial se implementará de manera que fortalezca la confianza en nuestras instituciones”, declaró en un comunicado.
A pesar de estos esfuerzos por tranquilizar a los inversionistas, el nerviosismo persiste. Organismos internacionales y agencias calificadoras de crédito están observando de cerca los desarrollos en México, advirtiendo que cualquier señal de inestabilidad podría influir en las calificaciones de riesgo país.
Es que la justicia está por encima de los mercados. Es como cuando se tiene que optar entre derecho o justicia, o cuando tienes que optar entre progreso o esclavitud. Son cosas de definición, más la gente quiere eso.
“Yo entiendo las cúpulas, de manera irracional y diría convenciera, porque podría usar hasta otra palabra más fuerte, pero no piensa en el país, a veces se obnubilan, una especie de ceguera”, respondió.
La oposición política también ha manifestado su preocupación. Líderes de diferentes partidos han exigido un debate abierto y transparente sobre la reforma, advirtiendo sobre los riesgos de concentrar demasiado poder en el ejecutivo. “Una reforma judicial debe ser producto de un amplio consenso y no de decisiones unilaterales”, señaló un senador de la oposición.
Mientras tanto, la ciudadanía espera que los cambios propuestos realmente conduzcan a una justicia más equitativa y efectiva, sin comprometer la estabilidad económica del país. La discusión sobre la reforma judicial continuará siendo un tema central en la agenda política y económica de México en los próximos meses.