¿Por qué Trump ganará la Presidencia en 2024?
Por Edgar Adair Espinoza Robles
La carrera presidencial en Estados Unidos culmina en noviembre y aunque hasta ayer se perfilaba como una contienda sumamente reñida, puede finalmente, no serlo tanto. Lo anterior se debe, por el momento, a las siguientes razones por las cuales Donald Trump podría pasar del empate a una ventaja irremontable para ganar la presidencia nuevamente, incluso, con el voto mayoritario, esquivo para él, tanto en 2016 como en 2020.
Trump proyecta fuerza y vigor
Desde sus primeros días en el escenario político, Donald Trump ha proyectado una imagen de ganador, derrotando a todos sus adversarios internos en el partido republicano, ganando la nominación de manera categórica, incluso mucho más raído que en 2016. Su retórica y su estilo pendenciero han entusiasmado a los republicanos y a una gran parte del electorado estadounidense que valora a un líder que no tiene miedo de desafiar el status quo. Esta percepción de energía es un factor que favorece su atractivo político, especialmente si se contrasta con Joe Biden a quien se refiere como “el dormilón”, pues a menudo hace declaraciones que lo hacen ver débil y titubeante, esto a pesar que Trump de 78 años es solo 3 años menor que el Presidente Biden de 81 años.
Triunfo en Estados Péndulo
Estados Unidos tiene un sistema de Colegio Electoral para definir al ganador de la Presidencia a partir del número de delegados que se obtienen de acuerdo a los resultados de los estados (para ganar se requieren 270 delegados de 538 repartidos entre los 56 estados). Es así, que no necesariamente quien gana el voto popular es presidente (Trump perdió por 3 millones con Hillary Clinton en 2016 pero ganó la presidencia gracias a los estados péndulo como Florida y Ohio).
Los estados péndulo, son aquellos que no tienen una inclinación política definida y pueden decidirse por cualquier partido en una elección, son vitales para determinar el resultado electoral. Trump tiene una estrategia bien definida para ganar en estos estados clave, una campaña más afinada y una base de apoyo leal a él por encima del propio partido republicano.
Biden luce débil
Joe Biden ha sido un Presidente a la defensiva, que ha enfrentado numerosas críticas durante su mandato, tanto por su manejo de la economía como por su capacidad para liderar en tiempos de crisis. Sin embargo, en 2022 los demócratas sorprendentemente lograron mayoría en el Senado, en la Cámara de representantes y sorpresivos triunfos en las gubernaturas en juego. Lo que permitió una bocanada de aire para Biden y sus impulsores a la nominación que finalmente obtuvo.
No obstante lo anterior, las últimas encuestas favorecen a Trump en Míchigan, Carolina del Norte, Nevada, Arizona y Georgia, cinco de los siete estados péndulos que tienen más probabilidades de definir el resultado el 05 de noviembre.
Trump supera los escándalos
Aunque la presidencia de Trump estuvo marcada por numerosos escándalos, desde investigaciones sobre interferencia electoral hasta controversias personales, parece haber superado la mayoría de estos obstáculos a los ojos de sus seguidores. Su capacidad para mantenerse relevante y continuar influyendo en la política nacional demuestra una resiliencia que no se puede subestimar, incluso siendo encontrado culpable de falsificar registros comerciales para encubrir un escándalo sexual que amenazaba su llegada a la Casa Blanca en 2016. Para muchos votantes, los escándalos pasados ya no son un impedimento para darle una segunda oportunidad.
Creencia en el fraude electoral en 2020
Un factor importante que sigue alimentando el apoyo a Trump es la creencia, especialmente entre los republicanos, de que hubo algún tipo de fraude en las elecciones de 2020. A pesar de la falta de evidencia concluyente que respalde estas afirmaciones, la narrativa del fraude ha calado profundamente en el electorado (casi 3 de cada 10 estadounidenses, y 70% de los republicanos) . Esta desconfianza en el sistema electoral ha generado un impulso adicional para asegurar que Trump regrese al poder y “corrija” lo que muchos perciben como una injusticia.
Trump derrotó a Biden en el primer debate
Donald Trump demostró su capacidad para desafiar y confrontar a Biden de manera efectiva. Su estilo agresivo y su habilidad para poner a la defensiva al Presidente importan a muchos votantes que buscan un líder capaz de enfrentar a sus adversarios sin vacilaciones. La percepción de que Trump superó a Biden en este enfrentamiento cara a cara le regala una semana clave para dominar el escenario político.
Ahora, las alarmas se han encendido, dado que la percepción de debilidad no solo proviene de sus detractores republicanos, sino también de sectores dentro de su propio partido que dudan de su capacidad para continuar al mando. Esta imagen de fragilidad se amplifica con las preocupaciones sobre su salud y edad avanzada, ante signos de deterioro cognitivo claros: balbuceos, desvíos del tema y hasta mente en blanco durante el primer debate presidencial. Estos factores inclinarían a los votantes hacia un candidato que pueda terminar su mandato de ser reelecto.
Tuve la oportunidad de ver el debate presidencial completo, estoy convencido que el resultado favoreció fuertemente a Trump, quien podría convertirse en el segundo presidente reelecto no consecutivamente (el primero fue Grover Cleveland que gobernó de 1885-1889 y de 1893-1897) y al propio Biden en el segundo en suceder y ser sucedido por la misma persona. Los demócratas podrían iniciar una estrategia de cambio de candidato si en efecto, los resultados del debate, inician una caída electoral irreparable.
Es preocupante para México que Trump este en la antesala de marchar a la Presidencia de Estados Unidos montado en un discurso racista, proteccionista y antiinmigrante. Trump aprovechó casi todas las preguntas, sin importar el tema, para hablar sobre la inmigración. ¿Desempleo? Según él, sigue alto porque Biden solo crea empleos para migrantes. ¿La seguridad social y Medicare? están al borde del colapso porque los migrantes los están “destruyendo”. “Ocupando nuestras escuelas, hospitales y próximamente nuestra seguridad social”, añadió.
El republicano, incluso, afirmó que “los migrantes están asesinando y violando a nuestras mujeres” y que por la frontera sur están entrando “terroristas de todo el mundo”.
El muy posible triunfo trumpista será un desafío mayúsculo para Claudia Sheinbaum si su discurso termina siendo política pública, aunque hay quienes afirman que solo busca votos, que al llegar al salón oval su animadversión por China favorecerá a la industria mexicana, pero eso, lo platicaremos en otra ocasión.