Cinco empresas del Grupo Salinas, liderado por Ricardo Salinas Pliego, dejaron de contribuir 76.3 millones de pesos al fisco con el propósito de construir un Centro de Alto Rendimiento en Mazatlán que beneficiaría a 500 atletas locales. Sin embargo, en lugar de dicho centro, en un terreno propiedad del gobierno de Sinaloa se construyeron tres canchas de entrenamiento para el Mazatlán FC, equipo de la Liga MX también propiedad del empresario.
Esta situación ha generado controversia, pues se trata de un posible mal uso del programa federal de estímulos fiscales conocido como Efideporte, el cual permite a las empresas destinar recursos que, de otro modo, se utilizarían para el pago de impuestos, a la creación o remodelación de instalaciones deportivas o al apoyo de deportistas de alto rendimiento.