¿Violencia cerca de las escuelas? Autoridades refuerzan seguridad, pero la percepción de inseguridad persiste

En medio de una preocupante ola de violencia en Sinaloa, las escuelas se han visto obligadas a implementar medidas de seguridad adicionales para proteger a estudiantes y docente. A pesar de los esfuerzos gubernamentales para resguardar las zonas escolares, la percepción de inseguridad entre la población sigue siendo alta, especialmente en regiones donde se han reportado enfrentamientos recientes.

La Secretaría de Seguridad Pública del Estado ha fortalecido el Operativo de Seguridad de Proximidad, lo que implica el despliegue de elementos policiales alrededor de las escuelas y patrullajes permanentes durante los horarios de entrada y salida de los estudiantes. Sin embargo, estas medidas no han sido suficientes para calmar el temor de los padres, quienes en muchos casos han optado por no llevar a sus hijos a la escuela.

Alumnos y maestros en alerta

Directores y maestros de diversas instituciones han expresado su preocupación por la cercanía de grupos delictivos a las escuelas. En los grupos de WhatsApp una directora de una primaria en Culiacán, quien prefirió mantener el anonimato pero se volvió viral, comentó:

“Hemos tenido que coordinar con las autoridades para garantizar la seguridad, pero los padres no se sienten tranquilos dejando a sus hijos en clase”.

Esta situación ha generado ausencias de estudiantes y ha llevado a algunos maestros a solicitar su traslado a zonas más seguras.

El panorama es aún más alarmante en comunidades rurales, donde la violencia ha alcanzado niveles críticos, dificultando las actividades escolares. En estos lugares, la presencia de grupos armados y los constantes enfrentamientos generan un ambiente de inseguridad que afecta tanto a los alumnos como a los docentes.

Un operativo con limitaciones

Gerardo Mérida, secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, explicó que el operativo de seguridad de proximidad busca acercar los cuerpos de seguridad a las áreas de mayor criminalidad. Aunque las autoridades aseguran que están trabajando para que los estudiantes puedan asistir a clases sin miedo, la percepción de inseguridad sigue siendo un reto difícil de superar.

Este operativo ha tenido algunas limitaciones, ya que en ciertas zonas las fuerzas de seguridad no han logrado intervenir a tiempo. Los reportes de violencia, especialmente durante las noches, siguen alarmando a la población. Enfrentamientos en áreas como BellavistaValle Alto, la Costerita y la presa Sanalona son solo algunos ejemplos recientes de esta escalada de violencia.

El Gobernador de Sinaloa dio banderazo a un operativo para que las corporaciones de seguridad estén más cerca de los planteles educativos pero no ha sido suficiente. En este programa se han incorporado un total de 465 elementos de la Policía Estatal Preventiva, Guardia Nacional, Policía y Tránsito Municipal.

A pesar de los operativos de seguridad las escuelas no han estado exentas de hechos violentos como ocurrió en la escuela primaria Luis Donaldo Colosio de la Colonia 4 de Marzo donde se observa niños debajo de las mesas de trabajo debido a los balazos que ocurrían cerca de la institución.

También se observa una madre de familia criticando dicho operativo porque hacia 50 minutos que había llamado a la policía, pero no había llegado. Lo que muestra las fallas de dicho programa.

Educación afectada por la violencia

La situación ha generado que en muchos municipios de Sinaloa, incluyendo Culiacán, las clases continúen de manera virtual. La Universidad Autónoma de Sinaloa(UAS) y la Universidad Autónoma de Occidente (UAdeO) han mantenido esta modalidad para proteger a estudiantes y profesores. Mientras tanto, las escuelas de nivel básico han permanecido vacías durante varias semanas, con padres de familia negándose a llevar a sus hijos a las aulas por miedo a la violencia.

A pesar de los operativos de seguridad, el reto de garantizar la protección en las escuelas sigue latente por la falta de protocolos y empatía empatía de la estructura educativa, como el sucesor que es vivió la mañana del pasado 17 de septiembre, cuando fue publicado un video de la titular de la SEPyC, Catalina Esparza Navarrete, en el que criticó que un plantel educativo se encontraba vacío a pesar del exhorto de la dependencia de regresar a clases presenciales. Ese día, padres y madres de familia reviraron colocando una manta en la entrada de la Escuela Secundaria Técnica Número 1 para rechazar el regreso a clases.

Las autoridades insisten en que el operativo de seguridad es un paso en la dirección correcta, pero las cifras de violencia y las desapariciones forzadas en la región, especialmente en Culiacán, muestran un panorama preocupante. El descontento social es evidente en los grupos y canales de difusión de WhatsApp, donde, en medio de una batalla de desinformación, estas plataformas se han convertido en las fuentes más confiables para muchos y además realizan encuestas ciudadanas para medir la percepción de paz o inseguridad.

La Secretaria de Educación Pública de Sinaloa, Catalina Esparza, informó que al día 24 de septiembre tenían una asistencia de 30 %, mientras que en el Colegio de Bachilleres la asistencia alcanza hasta el 50 % según información del director General de la Institución, Santiago Inzunza.

No obstante, información de los propios profesores contradicen las cifras, “no son reales” afirman, “son vertidas por las autoridades para generar confianza entre los padres de familia”.

Un reto persistente

A pesar de los operativos, los habitantes de Sinaloa siguen enfrentando el reto de convivir con la violencia generada por los grupos criminales que operan en el estado. Las cifras de homicidios y otros delitos violentos han mantenido a la entidad entre las más afectadas del país, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Para las comunidades escolares, la incertidumbre continúa siendo un factor de preocupación. Sin embargo, las autoridades insisten en que el operativo de seguridad de proximidad es un paso en la dirección correcta para mejorar las condiciones de seguridad en las zonas escolares.

Aunque la intensidad de la violencia ha bajado, a diferencia de los primeros días posterior al día 9 de septiembre, los reportes de enfrentamientos en zonas rurales, conurbadas y periféricas de las ciudades van en incremento. Es casi imposible por la falta de garantías de seguridad para poder acudir a los lugares, levantar evidencia y platicar con testigos. Lo peor es que estos hechos se reportan de noche.

El domingo hubo situaciones violentas en Bellavista, en la salida de la ciudad a Culiacancito, y algunas zonas de Valle Alto, un sector de fraccionamientos, cotos y privadas para la zona norponiente de Culiacán.

El histórico de reportes de enfrentamientos en la presa Sanalona y en la Laguna de Canachi, en el Potrerillo del Norote, en Elota, que ya había sido campo de batallas en los días y semanas anteriores, en Eldorado y las comunidades de Portaceli, El Melón y Pueblos Unidos, incluso hasta personas atrapadas en la carretera por estos sucesos. 

Si lo que hemos podido confirmar e informar de lo que ha ocurrido en la ciudad mantiene a todos en vilo, no nos imaginamos la pesadilla qué debe ser para los que han presenciado o vivido de cerca atrapados en las zonas silenciadas, hoy Culiacán y otras áreas se sienten atrapadas y que están a merced de grupos de civiles armados.

Maestros van a trabajar, pero no mandan a sus hijos a la escuela

Tras dos semanas de violencia de alto impacto, los padres de familia siguen sin enviar a sus hijos a la escuela; personal señala que comprende la situación, pues a pesar de acudir a sus centros de trabajo muchos maestros tampoco mandan a sus hijos a los centros educativos. 

A pesar de sus obligaciones laborales, muchos maestros de escuelas han decidido no enviar a sus hijos a la escuela debido a la ola de violencia que afecta al municipio de Culiacán desde el 9 de septiembre, incluso, elementos policiacos que resguardan los centros educativos han dicho a medios locales que ellos no han mandado a sus hijos a las escuelas.

Con un recorrido realizado por diversas zonas de la ciudad desde kinder hasta universidad, se puedo constatar que a pesar del llamado de las instituciones educación para regresar a las clases presenciales, los padres de familia, incluyendo a maestros, consideran que sigue siendo inseguro enviar a sus hijos a la escuela.

Hay reportes de actos violentos ocurridos al lado de las escuelas como:

  • El jueves 12 de septiembre, alrededor de las 8:00 horas, fue encontrado un cadáver en la colonia Montebello, a menos de 200 metros del Jardín de Niños Rafael Buelna Tenorio; ese mismo día fue baleado un lote de vehículos sobre la calle Miguel Hidalgo en la colonia Aurora, a un costado de la escuela primaria Ramón López Velarde.
  • Al día siguiente, alrededor de las 22:30 horas vecinos de la colonia República Mexicana encontraron una cabeza humana tirada dentro una caja de pizza a un lado de la escuela primaria Valentín Gómez Farías.
  • El 16 de septiembre, aproximadamente a las 6 de la mañana, un convoy de militares y de la guardia nacional se enfrentó a sicarios en la colonia La Campiña. El enfrentamiento se dió justo a unos metros del Colegio Cedi donde se imparte maternal, kínder, primaria y secundaria
  • El 19 de septiembre, un operativo en Santa Fe, alarmó a docentes de la secundaria Técnica 90, por la tarde fue de conocimiento público que en el sector fue detenido el “Piyi”, presunto operador del Cártel de Sinaloa y por la noche, una mujer que viajaba en un auto Sentra de color tinto fue asesinada a balazos en la colonia Montebello, a una cuadra de un colegio privado.
  • El día 23 de septiembre intentaron levantar a un sujeto de 23 años frente al Kínder Margarita Rodríguez en la colonia Lombardo Toledano sobre la avenida Álvaro Obregón.
  • El domingo 22 de septiembre fue localizado un cuerpo de un hombre junto a la Escuela Primaria Distrito Federal en la comunidad de El Melón al sur del municipio de Culiacán en la sindicatura de Quila.
  • El martes 24 se dió un enfrentamiento sobre el blv. Lola Beltrán causando panico en la UAdO y las primarias Luis Donaldo Colosio y Margarita Maza de Juarez.

Mesa Reservada, con base en el mapa de violencia elaborado por  ESPEJO, realizó un análisis que revela la proximidad de escuelas a zonas donde se han registrado diversos hechos violentos. La mayoría de estos incidentes se georreferencian a menos de un kilómetro de los planteles educativos. Este mapa permite identificar las áreas donde han ocurrido desapariciones, asesinatos, y múltiples hallazgos de cuerpos, así como las regiones que ya presentan desplazamientos de decenas de familias debido a la violencia entre grupos armados.

Educación superior sigue en clases virtuales

En cuanto a la educación superior, esta permanece en modalidad virtual en los municipios más afectados por la violencia. Este domingo, la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) anunció su regreso a la modalidad presencial en casi todo el estado, excepto en  CuliacánElotaEl Dorado y Navolato.

Por su parte, la Universidad Autónoma de Occidente (UAdeO) anunció el regreso a clases presenciales en Culiacán; sin embargo, en un mensaje interno enviado a la comunidad universitaria, se informó que, debido a numerosas solicitudes de estudiantes y profesores, se decidió continuar con la modalidad virtual para ambos turnos. Sin embargo, en una entrevista el director de la Unidad Regional Centro Culiacán anunció un sistema híbrido para retomar actividades.

Ayer por la mañana, durante su conferencia semanera, el gobernador Rubén Rocha Moya instó a las autoridades educativas a no amenazar y descontar a los trabajadores de la educación que no asisten a la escuela porque se sienten inseguros. Sin embargo aseguró que el Gobierno de Sinaloa considera que hay condiciones para que regresen, y que se está trabajando para eliminar la inseguridad, pero no significa que tienen que ser obligados.

“Hay que llamar a la conciencia de las maestras y los maestros. Quiero decirles que yo no los estuviera convocando si supiera que hay riesgos para que asistan a la escuela”, aseguró.

Desde el 9 de septiembre a la fecha han ocurrido en Sinaloa una serie de hechos de alto impacto que se cuentan en 79 asesinatos, más de 88 desapariciones y más de 30 enfrentamientos o ataques, principalmente en Culiacán, San Ignacio y Concordia.

Estos son los lugares donde han desaparecido a 88 personas durante la ‘guerra’ en Sinaloa. La mayoría de estos casos, un total de 73, han ocurrido en  Culiacán, municipio que ha sido el epicentro de la violencia. Desde el pasado 9 de septiembre, la población ha quedado en medio de una confrontación entre facciones del cártel de Sinaloa, una “guerra” que ha estado marcada por desapariciones forzadas, pues entre el 9 y el 22 de septiembre, al menos 88 personas han desaparecido en distintas regiones del estado, principalmente en Culiacán.

En la capital del Estado, las desapariciones no se limitan a las áreas más pobladas, pues si bien la mayor concentración de personas desaparecidas se ha registrado en la zona centro-sur de la ciudad, en sectores como el bulevar Agricultores, la colonia Lombardo Toledano y la colonia 21 de Marzo, las desapariciones se extienden también a regiones más rurales como la Sindicatura de Costa Rica y la Sindicatura El Salado.

Los días más críticos fueron el 16 de septiembre cuando se reportaron 11 desapariciones en un solo día y el pasado sábado, el enfrentamiento a balazos entre civiles armados en el fraccionamiento Tres Ríos dejando tres civiles muertos donde uno de ellos es posible víctima colateral y dos militares heridos. Otros días particularmente violentos fueron el 14 de septiembre, con 10 desapariciones, y los días 11 y 12 de septiembre, cuando se registraron 9 desapariciones en cada jornada.

La ciudadanía demanda con urgencia datos claros y protocolos efectivos para enfrentar los peligros antropogénicos que han generado un autoconfinamiento en Sinaloa. A diferencia de 2020, cuando el confinamiento fue obligatorio para evitar contagios. Esta situación ha dejado secuelas significativas en la salud mental de la población, ya sea por el miedo a quedar atrapados en medio de enfrentamientos o por la sobrecarga de información, que muchas veces requiere verificación de autoridades y periodistas. Este autoconfinamiento ha paralizado la vida cotidiana, lo que reaviva el debate sobre la violencia y la urgencia de implementar medidas de protección para la infancia y la juventud en las comunidades más afectadas. Además, el impacto psicológico en estudiantes y maestros resalta la necesidad de programas de apoyo emocional y seguridad en las escuelas.

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1 Comment

  1. Lucia Judith Castro Fernandez dice:

    Un reecuento doloroso pero real así ha Sido la vida en Culiacán ya estamos en la tercer semana y esto no para …que necesidad hay de exponer a las niñas,niños y adolescentes y atentar contra el bien superior que es preservar su vida ante cualquier situación de riesgo.

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