En 2018, un equipo de investigadores liderado por Alejandro Torres Montufar, encargado del Herbario de la FES Cuautitlán, descubrió por primera vez la planta Coutaportla lorenceana en una zona remota de Sinaloa. Inicialmente, los científicos la asociaron con el género Chiococca, pero un análisis más detallado realizado en 2019, cuando las plantas estaban en floración, confirmó que se trataba de una especie completamente nueva para la ciencia, perteneciente al género Coutaportla y a la familia de las Rubiaceae, un grupo conocido por su producción de flores y frutos aromáticos que atraen polinizadores.
Torres Montufar, quien ha dedicado años a la clasificación taxonómica de estas plantas, destacó la importancia de este hallazgo, ya que la Coutaportla lorenceana es un microendemismo, lo que significa que su distribución está restringida a una pequeña área del bosque templado de la Sierra Madre Occidental, cerca de la frontera entre Sinaloa y Durango. Según el investigador, esta especie se desarrolla en un entorno de transición entre el sotavento y el barlovento, donde las condiciones únicas creadas por la humedad proveniente del Pacífico favorecen su existencia.
El descubrimiento de la Coutaportla lorenceana es el resultado de una exhaustiva exploración que comenzó en agosto de 2018, cuando Torres revisó diversas colecciones científicas y encontró indicios de especies no catalogadas. Finalmente, en septiembre de 2019, tras recorrer una zona de aserraderos cerca del Espinazo del Diablo, el equipo localizó el arbusto con flores lilas, marcando el inicio de un arduo proceso de investigación, descripciones morfológicas y análisis detallados.
El nombre de la nueva especie rinde homenaje al botánico David Lorence, quien ha realizado importantes contribuciones al estudio de las Rubiaceae mexicanas. Torres subrayó que la descripción de una nueva especie no es un hecho común, y que este tipo de descubrimientos no solo enriquecen nuestro conocimiento sobre la biodiversidad, sino que también son fundamentales para la conservación de especies en peligro de extinción, ya que la Coutaportla lorenceana se encuentra en una región amenazada por la extracción de madera.
Además de su relevancia para la biología y la conservación, este tipo de hallazgos tiene implicaciones para otras disciplinas, como la química, donde el análisis de nuevas especies puede llevar al desarrollo de compuestos con aplicaciones farmacéuticas o medicinales. La investigación de Torres y su equipo, por lo tanto, no solo amplía el conocimiento científico, sino que también hace un llamado a proteger esta frágil biodiversidad antes de que desaparezca.