La violencia en Culiacán, ¿Ahora contra los ciudadanos?
La muerte de don Jorge Peraza el lunes conmocionó a Culiacán, pues era un exitoso restaurantero. Pero ayer mataron a Jesús Manuel en la Zona Dorada; había ido al banco a retirar dinero y luego recogió a sus hijos de la escuela. Unos motociclistas lo alcanzaron en su casa, le exigieron el dinero y lo mataron, al parecer frente a su esposa e hijos. Existe una foto donde se observa una mochila y una lonchera recargadas en un portón de la cochera, lo cual nos habla del momento traumático que pudieron vivir los niños. Algo muy parecido ocurrió con Karla, pero en la colonia Amistad. Karla iba por su hija a la escuela cuando un grupo armado la interceptó y se la llevó; hoy se encuentra desaparecida. Jesús y Karla, por sus rutinas, nos dicen que eran personas sin problemas, pero aun así los alcanzó la violencia. Todas las muertes duelen, sin embargo, parece que la violencia está alcanzando a los buenos.
Día que quedará en los libros de texto.
Ganó el pueblo. Fueron 35 millones 924 mil 519 votos, el 59.6 % de la votación emitida, los que alcanzó Claudia Sheinbaum en la pasada elección. Morena y sus aliados lograron mayoría calificada en la Cámara de Diputados y Senadores. Su principal propuesta de campaña fue la reforma al poder judicial, y la llevaron a cabo cuando llegaron. Sin embargo, solo 8 personas que malinterpretaron a conveniencia el poder que la Constitución les confirió intentaron anular la reforma al poder judicial. Ayer sesionó la Suprema Corte para tratar de invalidar partes de la reforma, pero no alcanzaron los 8 votos requeridos, ya que el ministro Pérez Dayán se bajó del barco votando en contra del proyecto, que definió como una “insensatez” por “forzar el ejercicio de una facultad que no me fue conferida”. La ministra Norma Piña había iniciado la sesión diciendo que la decisión que se tomara quedaría en “los libros de historia del país”. Ojalá en los próximos años podamos leer sobre esos 7 ministros que se creyeron superiores al Congreso de la Unión, la Constitución y la voluntad popular, y que sus nombres se puedan leer en las páginas de los malos mexicanos: Norma Lucía Piña Hernández, Javier Laynez Potisek, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Margarita Ríos Farjat, Jorge Mario Pardo Rebolledo y Luis María Aguilar Morales.
Ganó Trump, le tiene que ir bien a México.
Los estados demócratas de Wisconsin, Pensilvania y Michigan, del cinturón del óxido, dieron la espalda a Kamala Harris, y lo mismo hizo la población negra de Georgia. Los promotores del desastre, comentaristas y la minúscula oposición partidista ya comenzaron la campaña de que los resultados en Estados Unidos son muy malas noticias para México. El lunes, el mismo Trump había alimentado esta predicción catastrófica al decir que impondría un arancel del 25 % si Claudia Sheinbaum no “cerraba la frontera a los delincuentes”. Recordemos quién fue Trump, quien inició la guerra comercial contra China, y que junto con el COVID-19 dio nacimiento a lo que se conoce como nearshoring. A partir de ese momento, México se convirtió en el principal exportador a EUA, desplazando a China, y luego en el principal socio comercial, desplazando a Canadá. Ayer, las oficinas del Censo de Estados Unidos informaron que el intercambio comercial entre ambos países sumó un total de 632 mil 290 millones de dólares entre enero y septiembre de 2024, lo que representa un aumento del 5.4 % respecto a 2023. En términos de participación en el comercio total de Estados Unidos, México lidera con el 15.9 % (y creciendo), seguido por Canadá con el 14.4 % y China con el 10.8 %. No creemos que Trump vaya a cambiar su postura con China, y ahí México será clave para “hacer América grande de nuevo”.
Hasta mañana