Tras una larga batalla legal de más de una década, los exobreros del Ingenio Azucarero de Los Mochis han logrado recuperar tres predios como parte de su liquidación. Este acontecimiento representa un avance significativo en la resolución de los conflictos laborales que surgieron tras el cierre del ingenio en 2014.
El Ingenio Azucarero de Los Mochis, fundado en 1903 por Benjamín Francis Johnston, fue durante más de un siglo un pilar económico y social en la región. Su cierre dejó a más de 1,000 trabajadores en una situación de incertidumbre laboral y económica. Desde entonces, los exobreros han luchado por obtener una liquidación justa que compense los años de servicio dedicados a la industria azucarera.
En diciembre de 2024, se registró un avance significativo cuando 300 exobreros recibieron una parte de su liquidación, consistente en cheques de $50,000 pesos cada uno, con la promesa de un segundo pago de $100,000 en los meses siguientes, totalizando $150,000 por persona. Este pago fue posible gracias a la adjudicación de terrenos pertenecientes al ingenio, cuyo valor permitió cubrir parte de la deuda.
Uno de los terrenos recuperados, que abarca una superficie de 79 mil metros cuadrados, tiene un valor cercano a los 400 millones de pesos. Con esta cantidad, se podría saldar la deuda con aproximadamente 550 exobreros y viudas de trabajadores, quienes han esperado durante años el cumplimiento de sus derechos laborales.
Lamentablemente, a lo largo del extenso litigio, muchos exobreros fallecieron sin poder presenciar el desenlace de esta lucha ni recibir una compensación justa por su labor. A pesar de ello, el fallo judicial trajo alivio a quienes aún viven y han persistido en la demanda de justicia. Algunos de ellos, con más de 70 años de edad, se presentaron en los terrenos, visiblemente emocionados por la decisión del juez. Con herramientas en mano, comenzaron a delimitar las parcelas que ahora les pertenecen, marcando así un nuevo capítulo en su historia.
La recuperación de estos predios no solo simboliza la perseverancia y unidad de los exobreros en su búsqueda de justicia laboral, sino que también abre la posibilidad de un nuevo uso para estos terrenos en beneficio de la comunidad.