Ciudad de México, 15 de abril de 2025. Como si se tratara de una nueva cosecha del proteccionismo trumpista, el gobierno de Estados Unidos anunció que impondrá un arancel del 20.91% a la mayoría del jitomate importado desde México a partir del 14 de julio.
La decisión, tomada por el Departamento de Comercio, rompe con el acuerdo de suspensión alcanzado en 2019 durante la primera administración de Donald Trump, que buscaba evitar una guerra comercial entre productores de ambos lados de la frontera.
“Esta medida permitirá a los productores estadounidenses de jitomates competir de forma justa en el mercado”, justificó el Departamento en un comunicado que huele más a campaña electoral que a defensa de la libre competencia.
El acuerdo original de 2019 fue resultado de intensas negociaciones para frenar una investigación por prácticas de dumping —la venta por debajo del precio de mercado—, y establecía inspecciones y mecanismos de control para garantizar condiciones equitativas. Sin embargo, el nuevo gobierno republicano ha decidido cortar por lo sano, dejando en el aire a los exportadores mexicanos, que representan más del 90% de las importaciones de jitomate en EE.UU.
La Secretaría de Economía de México no ha emitido respuesta hasta el cierre de esta nota, mientras los productores del norte de Sinaloa, Baja California y otras regiones se preparan para una temporada de incertidumbre, con un nuevo muro comercial que pone en riesgo empleo rural, cadenas de abasto y millones en divisas.