El Congreso tiene la última palabra

Aunque el alcalde haya pedido licencia y deja sustituta de confianza, como estrategia podría quedar sin efecto si el Congreso aprueba el juicio de procedencia

Los Mochis, Sinaloa. El alcalde de Ahome solicitó una licencia temporal por 90 días y designó a una alcaldesa sustituta antes de que el Congreso del Estado vote su posible desafuero. La jugada, sin embargo, tiene límites legales claros y podría quedar neutralizada en cuestión de horas si los legisladores aprueban la remoción de su fuero constitucional.

El alcalde enfrenta acusaciones vinculadas a la compra irregular de patrullas y presunto uso indebido de recursos públicos. En respuesta, presentó su solicitud de licencia temporal y nombró a una encargada del despacho, en un intento por controlar políticamente la transición y mostrarse como cooperativo ante la justicia.

¿Qué busca con esta estrategia?

Evitar el desafuero “en funciones”: Al separarse del cargo antes de que se vote su juicio de procedencia, el alcalde busca evitar la imagen de ser removido por el Congreso. En esa lógica, si no está en funciones, no hay fuero que levantar. Sin embargo, esta interpretación es jurídicamente cuestionable.

    El Congreso es quien determina

    La estrategia del alcalde puede desactivarse si el Congreso de Sinaloa aprueba este mismo día el desafuero. De ser así, la licencia solicitada pierde efecto político real: el alcalde quedaría oficialmente separado del cargo y sin fuero constitucional, aunque se encuentre “de licencia”.

    En ese caso, su nombramiento de una alcaldesa sustituta también quedaría anulado. Según el marco legal, si se declara una vacancia definitiva por desafuero, el Congreso tiene la facultad de designar a la persona que concluirá el mandato municipal. Es decir, la encargada del despacho nombrada por el alcalde ya no tendría sustento legal para permanecer en el cargo.

    Además, es importante señalar que el fuero no se extingue por pedir licencia. Mientras no renuncie de manera definitiva, el alcalde sigue siendo formalmente titular del cargo y, por tanto, el Congreso puede continuar con el proceso de juicio de procedencia sin obstáculos.

    Una salida política complicada

    El alcalde está jugando una carta para suavizar su salida, mantener algo de influencia y evitar una destitución total e inmediata. Sin embargo, si el Congreso decide desaforarlo, su movimiento se neutraliza por completo. A partir de ahí, el proceso penal puede avanzar sin impedimentos y el poder legislativo tomará el control institucional del Ayuntamiento de Ahome.

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