Por Diego Angulo, S+q53 y Convergencia 53
Son 15,820 trabajador@s de la sección 27 votaron por el cambio, que no incluye a los a miles más que asistieron a la urna y no pudieron votar, tampoco suma a los que no asistieron porque no creen en la democracia en el SNTE, es decir, 11,333 afiliados no votaron, finalmente, una minoría que votó por la continuidad 14,417 muchos de ellos bajo amenazas. Es claro el mensaje, 27,153 trabajador@s, la amplia mayoría, quiere cambio y/o rechaza la actual dirigencia en la sección 27.
La pregunta es ¿Qué hacer con el sentimiento y fuerzas de transformación de 27,153 trabajador@s?. Hay dos opciones, seguir el camino que escribió el oficialismo para dirimir este tipo de problemas o construir tú propia ruta.
Las planillas opositoras de Rea, Campa y Valdez han electo la primera opción. Pero no hay que ser ingenuos, a menos que haya una fuerza superior, dichas impugnaciones no prosperarán. Las reglas del juego de la elección las escribió el oficialismo, de ahí se originó la Comisión Nacional Electoral y este órgano fue faccioso en todas las etapas del proceso de elección: la organización, la jornada electoral, la publicación de resultados, ¿Por qué habría de actuar diferente en la etapa de impugnación y declaración de validez?
Se sabe ya los resultados de este tipo de lucha, es una estrategia inocua de desgaste, frustración y de paulatina desmovilización. Las acciones son un guion: protestas en el SNTE, en Gobierno, la SEPyC, Derechos Humanos, conferencia de prensas, visitas a México, ir a la mañanera, etc., . Con el tiempo cada vez menos trabajador@s se movilizan y termina por extinguirse la llama de la transformación.
Pero qué tal si esos sentimiento de cambio y transformación de 27,153 trabajador@s los canalizas hacia una dinámica constructora de un nuevo sindicato y sindicalismo. Los sentimientos de frustración se convierten en esperanza y creatividad, además que el proceso y los resultados están bajo el control de la base y no del oficialismo.
Cuando Andrés Manuel López Obrador anuncio los cambios en la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado (apartado B del 123), el 1ro de mayo de 2019, dijo que buscaba la democracia sindical (voto directo, libre y personal), pero también la libertad sindical. El artículo 69 dice que l@s trabajador@s tienen derecho a formar parte de un sindicato y a separarse del mismo, además de constituir uno. El artículo 71 dice que para constituir un sindicato se requieren 20 personas de la misma dependencia.
La nueva Ley Federal del Trabajo tambien se modificó para reglamentar la creación de sindicatos. Igual dice que para constituir un sindicato se requieren 20 personas mínimo (art. 364) acta de asamblea, toma de nota, estatutos y padrón de afiliados (art. 365) y tener como finalidad el mejoramiento y defensa de los derechos laborales (art. 356). El registro se realiza en el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral quien validara el complimiento de los artículos (356, 364 y 365) y autorizará su creación.
En ese sentido creo que en l@s compañers de la 27 en vez de estar gastando energías en impugnaciones, movilizaciones y otras acciones que tendrán un resultado insatisfactorio, deberían ya estar utilizando todas las ideas de campaña en construir principios rectores del nuevo sindicalismo (transparencia, honestidad, austeridad, democracia participativa, pluralidad, horizontalidad) que se reflejen en los nuevos estatutos.
Podrán criticar algunos que se quiere destruir el SNTE con la división, argumento válidos, pero no podemos negar que el sindicato ya no obedece a los intereses de los trabajadores y se resiste al cambio (el más claro ejemplo que a pesar de los cambios en la ley con la 4T, no han cambiado una coma al estatuto), entonces, porque seguir empecinados con la unidad. Resulta ilógico que ahora el fin (la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores) se haya subordinado al medio para llegar ese objetivo (el sindicato).
Andrés Manuel lo tiene claro por eso los cambios en favor de la libertad sindical, él lo vivió como militante partidista y luchador social, se salió del PRI cuando este viro hacia el neoliberalismo y abandono los postulados de la revolución creando junto con otros el PRD, se salió del PRD cuando este abandono esos mismos principios firmando el pacto por México, y se creó Morena.
Reflexionen, construyan su propia historia. Es solo una opinión personal.