Profe Joel Álvarez Borrego
En los últimos días, tanto a nivel local como nacional se han dado una diversidad de opiniones respecto a los libros de texto gratuito. Por un lado los voceros de los grupos en el poder, llámense también grupos hegemónicos o conservadores, esos que a cualquier cosa que beneficie a los oprimidos les llama comunismo. Y por otro lado las voces de catedráticos, intelectuales y conocedores del ámbito educativo, esos que han identificado la presencia de una filosofía humanista que ayuda al crecimiento intelectual de los escolares en la comprensión de lo que acontece en el mundo que los rodea.
Hoy quiero escribir sobre un asunto que a mi juicio es de vital importancia para el mejoramiento del proceso enseñanza – aprendizaje, me refiero a la preparación constante de los educadores en los asuntos pedagógicos, base fundamental para la obtención de buenos resultados.
Por muchos años la responsabilidad profesional de los educadores se ha visto reducida a dar su clase, siendo ésta acción altamente perjudicial en la preparación de los escolares.
Ante esta situación, los estudiantes que en verdad quieren prepararse, aprenden estudiando por su cuenta, con ayuda de sus compañeros, también deseosos por aprender, sin prestar ninguna atención a la enseñanza recibida por parte del profesor. La mayoría se queda en el camino de procurar repetir lo que dijo el maestro o en su caso lo que dice el libro, aprendiendo de manera mecánica, es decir sin comprender.
Debemos entender que el conocimiento sobre un tema determinado no se consigue por el simple contacto con el saber de otra persona. El conocimiento debe recrearlo el propio alumno y esto se logra mediante la investigación, el análisis y la reflexión para poder contar con un pensamiento crítico. A todo conocimiento se le debe buscar un mundo posible de aplicación esto es, que lo aprendido pueda ser aplicado en el mundo que lo rodea, en sus contextos. Sólo así se logrará la obtención de una memorización comprensiva.
Además de ello el alumno debe ser capaz después de aprender, a desaprender y a reaprender.
Por lo tanto el dominio que un educador pueda tener sobre las asignaturas no resulta suficiente para garantizar la eficacia de la enseñanza. Se debe procurar consultar las teorías pedagógicas para que, con su conocimiento, pueda verse convertido en un facilitador del aprendizaje en un guía, dejando de ser un dador de clase. Con esto el alumno se verá beneficiado al adquirir conocimientos, habilidades y actitudes no con el estudio de campos científicos qué semejan islas y no tienen contacto con los demás campos, sino procurando una labor interdisciplinaria entre los campos científicos.
Por años se han venido impartiendo las asignaturas como si fueran islas. Esto ya no debe suceder, por ello la importancia de ampliar los conocimientos pedagógicos para poder “llamar” a esas islas a trabajar de manera interdisciplinaria, con base en un proyecto transversal.
Un proyecto donde sobresalga la investigación, la ayuda mutua y la acción recíproca, donde tenga, el estudiante, una plena relación con sus iguales y con el maestro. Para el maestro el “foco de atención” deberá ser siempre el alumno, por ello ya no se dedicará solo a dar la clase ni a imponer la memorización mecánica, sino coadyuvará a la revolución de las conciencias. Con estas acciones el alumno dejará de ser un reproductor del conocimiento para verse convertido en un constructor de su propio conocimiento.
Cuando el alumno, con la guía de su profesor, comprenda que para construir su propio conocimiento es necesario pensar, es trabajar mentalmente con la ayuda de la información, podemos decir que se ha dado un paso gigantesco. Debemos pensar juntos para el logro de nuevos significados que nos permitan comprender la realidad que vivimos.
El nuevo reto para el educador es entender que debemos abandonar la postura del maestro erudito que se echa un rollo excepcional, para entender que los educandos aprenden oyendo, viendo, leyendo, manipulando cosas, trabajando con ellas, intentando resolver problemas, observando cómo trabajan otras personas, debatiendo, preguntando, etc.