El recién inaugurado Fondo de Pensiones para el Bienestar comenzó sus operaciones este 1 de julio, beneficiando inicialmente a 249 personas. A estos beneficiarios se les entregará un complemento promedio de 3,975 pesos mensuales, elevando su pensión de retiro del 57% al 96% de su último salario.
Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), informó que los complementos varían desde 179 pesos hasta 11,160 pesos, dependiendo de cada caso. “Esto permite alcanzar una tasa de reemplazo del 100% en algunos casos, aunque el más alto complementado hasta ahora es de 11,160 pesos”, señaló Robledo.
El costo de estos complementos durante el mes de julio será de 989,844.31 pesos, una cifra que aumentará con el tiempo conforme se vayan sumando más beneficiarios. El fondo arrancó con un capital de 44,894 millones de pesos, inferior a los 64,619 millones de pesos que se habían prometido inicialmente.
Este fideicomiso público proporciona recursos a los institutos de seguridad social (IMSS, ISSSTE e Infonavit) para complementar las pensiones, asegurando que estas sean equivalentes al último salario de los trabajadores, siempre que no superen el límite de 16,777.78 pesos mensuales. Los beneficiarios deben retirarse a los 65 años, estar cotizando en el sistema Afore y no superar el tope de la pensión mencionado.
A pesar de los esfuerzos del Fondo, las pensiones en México siguen siendo bajas debido a los bajos salarios en el país. En 2022, México registró el salario promedio anual más bajo entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con 16,685 dólares, por detrás de naciones como Chile, Colombia y Costa Rica.
Expertos señalan que el Fondo de Pensiones para el Bienestar es solo un paliativo para un sistema de pensiones que enfrenta problemas más profundos. Carlos Ramírez, ex presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), advirtió que aunque el Fondo ayudará a algunos trabajadores de la generación Afore, no resolverá todos los problemas del sistema de pensiones.
“Este Fondo atenderá a una fracción de los trabajadores que se retirarán en los próximos años con bajas pensiones debido al diseño del sistema. El verdadero desafío llegará en una década, cuando la mayoría de los jubilados pertenezcan a la generación Afore”, explicó Ramírez.
Quedan pendientes varios temas críticos, como los trabajadores de la generación Afore que no alcanzarán una pensión por no haber cotizado suficientes semanas o ahorrado lo suficiente, la gran cantidad de trabajadores en la informalidad sin acceso a pensiones, y la presión financiera que ejerce el antiguo sistema pensionario sobre las finanzas públicas.
En el 27 aniversario del Sistema de Ahorro para el Retiro, la Consar reconoció que persisten deficiencias estructurales en el sistema que impactan negativamente a los trabajadores, incluyendo la insuficiencia de las pensiones otorgadas.
