El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó el informe del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre los derechos humanos en México, señalando que perpetúa la Doctrina Monroe y subrayando la importancia de respetar la soberanía. Comparó la situación con la política de México, que no interviene en asuntos internos de otros países, y criticó a Estados Unidos por juzgar a otros países.
En su conferencia matutina, cuestionó los alcances del informe sin entrar en detalles sobre su contenido. También destacó que México no emite juicios sobre las políticas estadounidenses y cuestionó varias decisiones de Estados Unidos, incluyendo el trato a Julian Assange y a migrantes.
En otro contexto, López Obrador defendió la aprobación de la Ley de Amnistía, que puede ayudar a resolver casos de violaciones a los derechos humanos, como la desaparición de estudiantes de Ayotzinapa. Aseguró que la ley tiene como objetivo fomentar la colaboración al ofrecer recompensas a quienes proporcionen información relevante.
Cuestionado sobre la situación de Israel Vallarta, detenido desde el sexenio de Felipe Calderón, López Obrador no descartó que pudiera haber una violación de derechos humanos en su caso, ya que ha estado detenido sin sentencia durante mucho tiempo.
El presidente también criticó la falta de coherencia en el informe en relación con los acuerdos migratorios entre México y Estados Unidos, y cuestionó la financiación del Departamento de Estado a organizaciones no gubernamentales que se oponen a su gobierno.