La presidenta municipal de San Mateo Piñas, Lilia Gema García Soto, fue asesinada este sábado en un ataque armado perpetrado al interior del palacio municipal. En la agresión también perdieron la vida el síndico municipal y dos policías locales.
El ataque
De acuerdo con los primeros reportes de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), alrededor de las 11:00 horas, dos sujetos armados, con el rostro cubierto y a bordo de motocicletas, irrumpieron en la sede del gobierno local en la Sierra Sur del estado y abrieron fuego contra las autoridades presentes. Las víctimas murieron en el lugar a causa de los impactos de bala.
Respuesta de las autoridades
Tras el atentado, las autoridades estatales desplegaron un operativo de seguridad en la región, con participación de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Secretaría de Marina (SEMAR) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), para garantizar el orden y buscar a los responsables.
La Vicefiscalía Regional de la Costa, adscrita a la FGEO, se hizo cargo de las diligencias ministeriales y periciales. La Fiscalía informó que se están recopilando testimonios y evidencia para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
Condena oficial y reacciones
El gobernador del estado, Salomón Jara Cruz, confirmó y condenó el asesinato a través de su cuenta oficial de X:
“Condenamos enérgicamente el asesinato de la presidenta municipal de San Mateo Piñas, Lilia Gema García Soto. No puede haber impunidad ante este acontecimiento. Vamos a colaborar con la Fiscalía General del Estado para esclarecer los hechos y hacer justicia. Mis condolencias a sus familiares.”
En redes sociales y en la propia comunidad, habitantes y organizaciones civiles han expresado su indignación y exigieron mayor seguridad para el municipio. También se manifestaron exigiendo justicia y acciones contundentes ante el clima de violencia en la región.
Contexto de violencia
El asesinato de una autoridad municipal en funciones vuelve a poner en evidencia la vulnerabilidad de las y los alcaldes en México, especialmente en zonas rurales donde confluyen conflictos políticos, sociales y del crimen organizado.
San Mateo Piñas, ubicado en la Sierra Sur de Oaxaca, es un municipio con alta marginación y dificultades de acceso, lo que complica aún más las labores de seguridad y justicia.