Por Diego Angulo, S+q53
La semana pasada el columnista Alejandro Luna reveló el “pago de apoyos, bonos y ayudas económicas […] a Ex funcionarios de la SEPYC, líderes sindicales y familiares al igual que allegados a destacados dirigentes de la sección 27 del SNTE” que fueron suspendidos por la nueva administración de la SEPyC encabezada por Graciela Domínguez Nava y esta situación sería la causa principal del plantón que tiene dicha sección sindical en las instalaciones de la secretaría desde hace semanas (t.ly/kcYY).
Según el columnista los “recursos proceden de una bolsa de 20 millones de pesos que se pactó entre gobierno del estado (anteriores) y el SNTE para apoyar a los maestros (sic) sin embargo, el dinero se ha utilizado de manera discrecional para el control político sindical, y para engordar los bolsillos de funcionarios y dirigentes […] (en) esos pagos aparecen varios miembros del actual comité ejecutivo seccional, el secretario particular del secretario general de la sección 27, Genaro Torrecillas, así como dos de sus principales asesores; tres hermanas del ex secretario general, Edén Inzunza Bernal y su principal operador, señalado de recoger en efectivo el dinero de pagos irregulares asignados a cambio de un porcentaje”.
Lo que plantea Alejandro es correcto, solo que se equivocó en el monto, no son 20 millones, si no $56,608,506 por año y deriva de las minutas de trabajo que se venían realizando en la SEPyC en las negociaciones con las dirigencias sindicales y que tienen como concepto “Concurrencia Estatal”. Lo grave es, según la minuta firmada por el gobernador Mario López Valdés, que el sindiacto tiene control absoluto de esos recursos. La minuta dice:
“Los recursos que por Concurrencia Estatal se obtengan para beneficio de los trabajadores de la sección 27 (sic), del SNTE, serán aplicados exclusivamente por la dirigencia sindical, y esta podrá hacer los ajustes que considere pertinentes, siempre y cuando no exceda los montos autorizados”.
Estos apoyos fueron repartidos por niveles educativos en forma de bonos y como eran definidos por el sindicato, y no había suficiente recursos para todos los trabajador@s, fueron usados clientelarmente ¡Estás conmigo te doy bono, no estas, no hay bono!.
Es así como, menciona Alejandro, personajes del calado de Bárbaro Ramos, secretario particular de Torrecillas, tiene hasta 4 tipo de bonos en diferentes niveles (prescolar, educación inicial, director de primaria, ATP secundaria y Jefe de en Enseñanza de Secundarias Técnicas) como si fuera trabajador en cada uno de estos.
Además, al parecer los que mantienen y asisten al plantón a la explanada de la SEPyC son precisamente los beneficiarios de dichos bonos, incluso, en los planteamientos que entregó el SNTE 27 al gobierno estatal incluye la exigencia del incremento de los recursos de la concurrencia.
Lo que me sorprendió es que la 27 no es la única que tiene dicha Concurrencia Estatal, sino también la sección 53 del SNTE. En esa misma minuta firmada por Mario Lopéz Valdes y Lourdes Sarabia López el gobierno otorga anualmente $ 28, 492, 042 de pesos y, al igual que la 27, la sección 53 tiene el derecho de definir como se reparte. El problema es que siempre cuando se habla de la 53 todo es más oscuro, no se sabe cómo destina ese recurso ¿Bonos, apoyos o qué?.
Queda claro que este era un chayote del gobierno del PRIAN para mantener a los líderes pasivos, por ello sin chistar permitieron la modificación de la Ley del ISSSTE en la sección 27 y propusieron los líderes de la sección 53 lo mismo con la Ley de ISSSTEESIN en 2017, además aplaudieron la Ley de Servicio Profesional Docente.
No estrañe en los proximos días la unión de ambas sección para pelear su chayote.
Otro turrun para la Auditoria Superior del Estado para que vea la legalidad de esta concurrencia, en todo caso, como son recursos públicos debería manejarlos la SEPyC.