Durante la sesión ordinaria de la diputación permanente del 20 de febrero, los diputados del Congreso del Estado de Sinaloa, se dio la primera lectura a la propuesta de incluir a Inés Arredondo y a Felipa Velázquez en el Muro de Honor en letras doradas.
Nacida en El Dorado, Sinaloa, Inés Arredondo, y habiendo vivido por la primera parte de su vida en Culiacán, se trasladó a la Ciudad de México donde estudió Letras Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, graduándose con una tesis titulada ‘’Sentimientos e ideas políticas y sociales en el Teatro Mexicano’’.
Pronto pasó a la historia como una de las primeras escritoras de la literatura mexicana.
Su primer cuento fue ‘’El Membrillo’’, una historia donde se desarrolla una lucha entre dos mujeres por un mismo hombre, una de ellas siendo la novia del hombre y la otra mujer, una extraña que quiere robar lo ajeno, su primer libro completo de cuentos fue ‘’La Señal’’, una serie de cuentos donde se toman temas como la desesperanza, la promiscuidad, la impureza, el deshonor, entre otros.
Su obra ‘’La Sunamita’’ fue adaptada al cine y escribió el guion de Mariana, una película que fue dirigida por Juan Guerrero.
El reconocimiento que hasta hoy recibe Inés Arredondo, pese a casi 35 años de su muerte, no es en vano, pues sus obras fueron una gran contribución a la historia mexicana, cambiando la manera en la que una sinaloense podía llegar a escribir historias que inspiraran a los demás, aunque inspirando también a mujeres como yo que desde la niñez también soñamos con escribir las historias que rondan en nuestra alma, nos recuerda que si una mujer sinaloense pudo alcanzar el éxito como escritora en su primer cuento publicado hace 57 años, las demás también podemos.
Por su parte, Felipa Velázquez, nacida en Mazatlán, Sinaloa, fue una profesora, compositora, poeta y pionera del movimiento agrario desde 1930, el cual culminó con el Movimiento de Asalto a las Tierras del ejido Michoacán de Ocampo del Valle de Mexicali, Baja California en 1937.
El reconocimiento que también se le atribuye, nos recuerda la importancia de la lucha por los derechos de los ciudadanos.
Por Nicole Rodríguez