Por: Carlos Arredondo.
Para el proceso electoral del 2006 la derecha en México inició desde 2005 (incluso antes) un ataque directo y mediático de persecución contra Andrés Manuel López Obrador, en aquel entonces el carismático “Peje”, jefe de gobierno de la Ciudad de México, que apuntaba a convertirse en el primer presidente de izquierda de nuestro país, al menos en este siglo. Contra un Felipe Calderón Hinojosa, que sobra decir qué tipo de presidente fue.
Curiosamente para que Felipe Calderón llegara a la presidencia a través de un triunfo muy controvertido, tuvo que orquestarse una campaña mediática como nunca, para esto, no sería el partido del color del cielo como dicen algunos curas en sus misas cuando piden a la gente salir a votar y que recuerdan, “si no saben por quién hacerlo, en el color del cielo está la respuesta” eso nadie me lo contaría, lo viviría circunstancialmente.
El partido azul, que era gobierno protegido por el partido dizque vencido por ellos 6 años antes, por sí solo no tenía la capacidad de ganar la elección presidencial, pero si algo tiene la derecha en México es dinero, dinero generado de la explotación, corrupción y abuso de décadas al pueblo mexicano y precisamente con ello y con la relación internacional del capital y de intereses extranjeros iniciaron la famosa campaña “AMLO es un peligro para Méjico” ( con J porque desde España se diseñó esta campaña), fueron precisamente los empresarios de los energéticos que también financiaron al presidente que seguiría a Calderón, hablamos del “guapo” Peña Nieto, y comento “guapo” porque esa fue la campaña mediática financiada por el dinero de la corrupción para encumbrarlos.
¿Qué quiero decir con esto antes escrito?
Simplemente, desde la entrada del neoliberalismo, el quehacer político de México pasó de ser un trabajo de bases, de calle, de resultados, de agendas que construyeran las bases para un país en desarrollo, dio paso a un aparato gubernamental corrupto que sentó las condiciones a través de la ejecución de las relaciones económicas y políticas para encumbrar en las siguientes generaciones de tomadores de decisiones políticas a “juniors” de la política, a “junkies” de la política que vieron el negocio y la explotación de la corrupción institucional como el pan de cada día y que servirían de puente a los intereses internacionales de los explotadores de las últimas décadas traídas a México por el priismo y panismo (entiéndase como tomadores de decisiones a partícipes en el poder ejecutivo, poder legislativo, incluso el judicial).
Pareciera que nos pegamos un balazo en el pie, pero, hoy salen esos juniors junkies políticos con nuevas campañas mediáticas, sin agendas programáticas, sin conocimientos del territorio, pero con un vasto conocimiento del “social media” y acompañadxs de dinero auspiciado de su “saber gobernar” para justificar sus campañas donde buscan recuperar los espacios que perdieron, sí, esos espacios que les sirvieron como plataforma para ejecutar su empoderamiento y la entrega de nuestro país. Hoy se quejan, hoy piden intervenciones, piden rescates, piden liberalismo al estilo “Milei”, un presidente llegado y financiado también por el capital extranjero en Argentina, que como a través una muy buena campaña y un gobierno argentino que no estuvo a la altura de “resolver”, que generó condiciones para no solo perder la presidencia, sino que la gente necesaria para ganar creyera que el liberalismo económico del “loco Milei”, como la dolarización y la privatización de todos los servicios incluyendo el de salud y educativo liberaría de la inflación y la crisis económica al país sudamericano. Justo Milei tiene su primer paro nacional y el pueblo argentino da marcha atrás, a mi parecer de manera tardía, al darse cuenta de que ese no era el camino.
Volviendo a México, justo los “Milei” mexicanos, son aquellos que en el 2000 dijeron ser el cambio, en el 2006 dijeron acabar al narco, en el 2012 dijeron ser un nuevo PRI y una nueva generación de políticos, y que, tras sus fracasos, hoy quieren regresar bajo la nueva novela o campaña mediática, “aceptando que cometieron errores, pero que saben gobernar”. No han cambiado, siguen siendo los mismos que venden su éxito para que el pueblo aspire a ser como ellos sin contar que ellos son PRIvilegiados que ni PAN ni agua dejan gozar, al pueblo al que le venden esa idea. Estos que como eslogan de campaña quieren hoy vender la idea de que sus proyectos corruptos son simples errores humanos, pero que aun así ellos saben gobernar, sí, ¿esos como el que en el 97 supo gobernar reformando las pensiones y quitándole su dinero a los trabajadores? ¿Ese priista que absorbió deudas de privados para que fueran pagadas con dinero del pueblo? o esos mismos, que hoy hasta candidatas y candidatos que cosechan y venden bien sus cosechas corruptas vendiendo al pueblo para solo después decir “ups, me equivoque” pero terminan siendo asesores de empresas internacionales a las que antes beneficiaron, si no pregunten a Zedillo y compañía.
Por último, hoy tuve la oportunidad de escuchar una entrevista a una virtual candidata, que se disculpó no solo por lo que hicieron mal en el pasado, sino se atrevió a decir que de no ganar ellos sería el último año de elecciones en el país porque la 4T las va a desaparecer, una afirmación completamente irresponsable, qué manera de manejar o intentar manejar el discurso y la comunicación para cometer otro error, más cuando en este periodo, donde se han celebrado las elecciones más grandes de nuestro país y que está por celebrarse la mayor de todas, sin contar que en este mismo periodo es cuando un gobierno se atrevió a impulsar la revocación de mandato (próxima en Sinaloa), da cuenta de esta aspirante, que su discurso es un discurso donde da por sentada una derrota y hace un llamado desesperado para que les volteen a ver.
Sin duda le costará la respuesta de la gente, ya que hace mucho dejó de servir a los sinaloenses y fue a buscar (se vale) en las huestes del priismo nacional su crecimiento y volvería hasta el pasado proceso electoral y aunque de nacimiento lo sea, hace falta mucho más que unas pelotas en un parque para hacer y servir a Sinaloa, este es el reflejo de esos juniors privilegiados, corruptos y con hambre de que les permitan volver a cometer los “errores” que de errores no tienen nada, con ganas de que los dejen ser gobierno para entregar al pueblo, luego pedir trabajo a quienes les financian y por último pedir disculpas.
¿Cuántos así en otros estados?
¿Lo permitirá el pueblo?
¡Hasta siempre!