El plan C tiene un reto más: los municipios

Alcanzar el denominado “Plan C” para llevar a cabo las reformas a la constitución requiere lograr 86 senadores del total de 128 que componen el Senado de la República; eso significa ganar con el 68.8% y obtener el triunfo electoral en las 32 entidades federativas para quedarse con los dos escaños de cada estado.

⁠Además, como para reformar la Constitución se necesitan 334 diputados, MORENA tendrá que echar mano no solo de sus aliados PT y PVEM sino eventualmente de acuerdos políticos con fuerzas opositoras (MC principalmente, ante la derechización del PRIANRD). Por lo que MC deberá tener un crecimiento en el ámbito legislativo de al menos 7-10% en ambas cámaras.

Ahora bien, podemos afirmar que la combinación de la popularidad de Andrés Manuel López Obrador (estimada en 70%) aunado a la ventaja de poco más de 30 puntos (66-28% en promedio) de Claudia Sheinbaum frente a la candidata de Claudio X. González y el grupo oligárquico que busca regresar a sus privilegios (pagar impuestos los tiene muy incomodos), me refiero a Xóchitl Gálvez que durante la precampaña logró algo curioso en un candidato opositor, bajó su preferencia.

En ese contexto, es importante señalar que los conflictos locales, particularmente en el ámbito municipal pueden generar un voto cruzado, ante un frente que reconozca la imposibilidad de ganar en las elecciones federales y se oriente, financiera y políticamente, a obtener triunfos en los ayuntamientos.

Esto tiene sentido porque el 2 de junio de 2024, los ciudadanos también elegiremos a 1,803 presidentes municipales en 30 entidades, a excepción de Durango y Veracruz, de los cuales 1,447 podrían buscar su reelección y 325 concluyen su segundo periodo, dejando de manifiesto que la reelección no es cosa fácil. Por si fuera poco, de los 300 distritos federales 145 municipios concentran 157 distritos y 46.5 millones de electores.

Aún son contadas las excepciones de los ayuntamientos que se acercan al humanismo mexicano, la mayoría siguen actuando en la inercia con los efectos negativos sobre el funcionamiento administrativo, la regularidad de los servicios públicos y su calidad en términos de gobernanza. Sabemos que persisten prácticas en la selección de los mandos como el amiguismo, el compadrazgo, el nepotismo y la colocación en un cargo como retribución a las actividades de las campañas, que prevalecen al momento de nombrar funcionarios, que, en muchos casos, son neófitos de la gestión pública con las consecuencias ligadas al periodo de aprendizaje de sus cargos.

De los 2470 municipios de México, no sólo Morena es el que más gobierna (514; 20.8%), sino que es el único partido que tiene alcaldías en cada entidad federativa.

La inestabilidad en los ayuntamientos arroja índices de rotación en el ámbito nacional con estimaciones superiores al 20% anual (poco más del 50% en el trienio), incluso, se estima que únicamente 12% del personal estratégico se mantiene tres trienios. Observamos que la insatisfacción distingue entre la eficacia de un nivel de gobierno que de otro, por ejemplo en Sinaloa la popularidad del Gobernador Rubén Rocha aparece constantemente más de 20% arriba de los alcaldes.

Las problemáticas en el quehacer de los municipios, tiende a una afectación de la imagen institucional, además repercute sobre la calidad de las políticas públicas, en la elaboración de los planes municipales y en una mala implementación de los mismos. Las cuentas públicas reprobadas son indicadores de alarma.

Por eso, la insatisfacción que los ciudadanos tienen frente a esta situación no debe minimizarse, nada más en Sinaloa tenemos ejemplos de votos cruzados amplísimos, por ejemplo, en la pasada elección en tuvimos una candidata ganadora de MORENA a la diputación federal que obtuvo más de 90 mil votos frente a 50 mil del candidato a la alcaldía y otro alcalde electo con menos del 31% de los votos frente al 53% del diputado federal. Así, hay varios ejemplos.

De ahí, que la selección de candidatos en las alcaldías, particularmente donde hay mayor número de electores, debe basarse en criterios de evaluación de los gobiernos (si aspiran a la reelección), la necesidad de renovar electoralmente (si cuentan con un proyecto viable) y/o de agregar actores políticos populares para elevar la votación federal (que aporten votos y no se cuelguen de otras popularidades).

Hablamos pues, de liderazgos probados, que empaticen con la gente y sean congruentes con la narrativa electoral que se ofrece, de lo contrario observaremos contiendas abiertas en lo federal con complicaciones para lograr el plan C y mucho más competidas en las alcaldías, lo que le permitiría al frente refugiarse en su derrota nacional en 2024, afinando su siguiente cita en Sinaloa y México, en las elecciones para gobernador de 2027 y las intermedias legislativas de la Presidencia de Claudia Sheinbaum.

Urge pues, que la 4T llegue a los municipios con claridad, para facilitar la audaz hazaña del Plan C, anclarse en la izquierda y transformar a este país desde la Presidencia, el Senado, el Congreso, las gubernaturas y los municipios alineados en la ruta del bienestar. Solo así podremos recuperarnos de los estragos del modelo neoliberal y el abuso de una clase política que hizo de la corrupción su modus vivendi a todos los niveles.

Hay una verdad fundamental en el dicho común que afirma al municipio como el primer contacto de la autoridad con la población, ahí también está el combate a la corrupción, la prevención en seguridad, la atención en drenaje, salud, agua potable, iluminación, recolección de basura y más, que hacen la diferencia en la vida de la gente y que suelen marcar la percepción popular sobre la política no es casual que la emblemática película de “La Ley de Herodes” sucede en un municipio “imaginario”.

Como dijo Andrés Manuel López Obrador y en honor a la verdad, las escaleras se barren de arriba para abajo, toca pues llegar al piso municipal con estrategia, si se trata de cumplirle a la gente, el tema electoral y gubernamental requiere observar el bosque no solo el árbol.

Nos leemos el próximo miércoles, aquí en Mesa Reservada.

Edgar Adair Espinoza Robles es Licenciado en Ciencias Políticas, con maestría en Administración Estratégica con énfasis en Capital Humano por la UAS. Analista político con experiencia en el ambito federal, estatal y municipal.

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2 Comments

  1. Maria viviana de la rosa torres dice:

    Como puede uno integrarse a sembrando vidas me interesa para que mi municipio de escuinapa vuelva a tener vida sobre sus montañas y alrededores le agradezco su atencion

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