La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó este martes bloquear una ley de Texas, respaldada por los republicanos, que permite a las autoridades policiales estatales detener a personas sospechosas de cruzar ilegalmente la frontera desde México, desestimando así la petición del Gobierno del presidente Joe Biden.
La administración de Biden había solicitado a los magistrados que suspendieran una orden judicial que permitía la implementación de la ley de Texas mientras se llevaba a cabo su impugnación en instancias inferiores. Con una mayoría conservadora de 6-3, y con la oposición de sus tres jueces liberales, la Corte Suprema mantuvo su decisión.
La ley, conocida como SB 4, ha sido objeto de críticas por parte de Washington, que argumenta que viola la Constitución y la legislación federal al interferir con la capacidad del Gobierno estadounidense para regular la inmigración.
Firmada por el gobernador de Texas, Greg Abbott, en diciembre, otorga a las autoridades locales poderes que tradicionalmente son del Gobierno federal.
Abbott ha justificado la normativa debido a la falta de acción por parte del presidente Biden para hacer cumplir las leyes federales que penalizan la entrada o reentrada ilegal.
En una conferencia de prensa el 18 de diciembre, afirmó que “la inacción deliberada de Biden ha dejado a Texas a su suerte”.
La jueza Sonia Sotomayor, junto con la jueza liberal Ketanji Brown Jackson, expresaron su desacuerdo con la decisión de la Corte Suprema, advirtiendo que podría provocar “más caos y crisis en la aplicación de la ley de inmigración”. La magistrada liberal Elena Kagan también se opuso.
Por su parte, la secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, informó sobre los avances en la reestructuración del ISSSTE y la construcción de seis nuevos hospitales en el país.
La gestión de Biden, con cifras récord de inmigrantes atrapados cruzando ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, ha suscitado duras críticas por parte de los republicanos, quienes argumentan que debería haber mantenido las políticas restrictivas de la administración anterior.
En un análisis de encuestas a pie de urna realizado tras las elecciones primarias de principios de marzo, se observó una preocupación entre muchos votantes por la situación en la frontera, calificándola como su principal tema de voto.
