Claudia Sheinbaum Pardo, la próxima presidenta de México según los resultados electorales, destaca la urgencia de una autocrítica profunda en el sistema de justicia mexicano. Señala que la experiencia de las víctimas y expertos evidencia la necesidad de una reforma integral en el sistema judicial para que responda a las necesidades del pueblo. Esta visión está plasmada en su proyecto de gobierno titulado “100 pasos para la transformación”.
Sheinbaum Pardo subraya la falta de confianza generalizada en el Poder Judicial a nivel federal y estatal, atribuyendo esto a la ausencia de un diseño institucional sólido que incorpore las mejores prácticas internacionales y aborde la corrupción. La reforma del Poder Judicial es una prioridad para su administración, y destaca la importancia de la participación ciudadana y la apertura a discusiones con la sociedad civil y organismos especializados.
El presidente Andrés Manuel López Obrador también ha reconocido la necesidad de reformas en el sistema judicial, y ha enviado propuestas al Congreso, incluyendo cambios en la Constitución y la elección ciudadana de funcionarios judiciales. Sheinbaum Pardo enfatiza que la reforma busca aumentar la confianza en el sistema judicial y mejorar su eficiencia, estableciendo una mayor rendición de cuentas y transparencia en su funcionamiento.
Entre las propuestas clave de reforma se incluyen la elección democrática de funcionarios judiciales, la creación de un órgano de administración autónomo y separado de la Suprema Corte de Justicia, la implementación de un tribunal disciplinario, una reingeniería del sistema de justicia con enfoque en derechos humanos, y la promoción de un modelo de justicia alternativa para despresurizar el sistema penal y prevenir la violencia.
Sheinbaum Pardo subraya que una verdadera paz en México solo será posible con un sistema de justicia confiable, lo que hace imperativa una reforma integral en este ámbito.
La virtual presidenta considera que los cambios más relevantes son los siguientes:
1.Elección democrática
“Que las y los ministros de la SCJN, las magistradas y los magistrados de Circuito, las juezas y los jueces de Distrito y las magistradas y magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial sean elegidos de manera directa y secreta por la ciudadanía”.
2. Órgano de administración autónomo
“Que la administración del Poder Judicial de la Federación esté a cargo de un órgano de administración judicial, dotado de independencia y autonomía técnica, de gestión y para emitir sus resoluciones, separado funcional y orgánicamente de la SCJN”.
3. Tribunal disciplinario
“Que la disciplina del personal del Poder Judicial esté a cargo del Tribunal de Disciplina Judicial que tendrá facultades amplias para recibir denuncias, investigar conductas presuntamente ilegales o ilícitas, y sancionar a las personas servidoras públicas del Poder Judicial que no cumpla la Constitución y las leyes o no rijan su actuación con honestidad, legalidad, probidad, independencia, objetividad, profesionalismo, lealtad y eficiencia, observando en todo momento las formalidades esenciales del debido proceso, pero privilegiando la justicia y el interés colectivo. Ambos órganos, en sustitución del Consejo de la Judicatura Federal”.
4. Nuevo sistema de operación
“Reingeniería profunda de los principales ejes del sistema de justicia: fiscalías, justicia federal y local y defensorías públicas, mediante la adopción de modelos nacionales con un enfoque social, democrático y de derechos humanos, que –sin desconocer las necesidades locales– consoliden un piso mínimo de principios, políticas y prácticas institucionales en todo el país”.
5. Esquema de justicia alternativo
“Modelo Nacional de Justicia Cívica y Alternativa con rango constitucional, para despresurizar al sistema penal, pacificar los conflictos, prevenir la comisión de delitos y el aumento de la violencia, y mejorar la percepción social de Estado de Derecho sin recurrir a la amenaza de la cárcel.
6. Responsabilidad de los abogados
“Responsabilidad Profesional de la Abogacía: garantizar que el gremio jurídico contribuya a la cultura de la legalidad, los derechos humanos y la justicia social”.
La virtual presidenta electa expresa que en México no se logrará una paz real si no hay un sistema de justicia confiable, de ahí la necesidad de una reforma integral en la materia.