La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Secretaría de Energía (Sener) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) fueron las dependencias que registraron un mayor gasto durante el año pasado, según un análisis realizado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) a la Cuenta Pública 2023.
En el caso de la Secretaría de Hacienda, dirigida por Rogelio Ramírez de la O, su presupuesto aumentó un 323% respecto a lo aprobado para el año anterior. Este incremento se destinó principalmente a programas relacionados con la política económica, el otorgamiento de créditos a estados y municipios, y la asistencia técnica financiera.
Por su parte, la Sener, bajo la dirección de Miguel Ángel Maciel Torres, experimentó un aumento del 263% en su gasto en comparación con lo asignado en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023. Este aumento se justificó por el incremento de inversiones en proyectos como la refinería Olmeca-Dos Bocas y la rehabilitación de otras refinerías, así como por actividades de fortalecimiento financiero de Pemex y la coordinación de la política energética en hidrocarburos.
En el caso de la CNH, dirigida por Agustín Díaz Lastra, el gasto superó en un 149% lo aprobado, atribuido por Hacienda a mayores erogaciones en actividades de apoyo administrativo y en la promoción y regulación de hidrocarburos.
El CIEP señaló que este enfoque en el sector energético tuvo un impacto en otras áreas prioritarias como la salud, la primera infancia, los cuidados y el medio ambiente, que recibieron menos recursos.
Por otro lado, la Secretaría de Salud, a cargo de Jorge Alcocer Varela, gastó un 49.7% menos de lo aprobado, principalmente debido a una resectorización de recursos hacia el IMSS-BIENESTAR.
Otros organismos que gastaron menos de lo programado fueron la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y la Oficina de la Presidencia de la República, quienes redujeron sus gastos en un 41.3% y un 40.7% respectivamente, debido a la falta de registro de gastos en ciertos programas y una menor asignación de recursos en otros.
A pesar de un mayor crecimiento económico del esperado, los ingresos públicos y el gasto del gobierno fueron menores de lo esperado, en un contexto de alta inflación y elevadas tasas de interés. El gasto neto total fue un 1.6% menor al presupuesto aprobado, alcanzando los 8 billones 162,986.8 millones de pesos, lo que representa un incremento real del 2.9% respecto al total ejercido en 2022.
La austeridad continuó siendo una prioridad en el gasto público, con el objetivo de fortalecer las políticas prioritarias y los programas con mayor impacto social. Se lograron ahorros significativos, principalmente en gastos operativos y de servicios personales, contribuyendo a un mejor uso de los recursos públicos.