Los jóvenes en México enfrentan una creciente dificultad para adquirir una vivienda debido a bajos ingresos, altas tasas de interés y el aumento constante en los costos de materiales de construcción.
Según estimaciones de HSBC México, un joven necesitaría un ingreso cercano a los 50 mil pesos mensuales para comprar una vivienda promedio, una cifra que está muy por encima de la realidad salarial de la mayoría de los jóvenes mexicanos. En marzo de 2019, el precio promedio de una vivienda en México era de un millón 70 mil pesos. Hoy, ese valor ha aumentado a un millón 680 mil pesos, de acuerdo con la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF).
Antes de la pandemia de Covid-19, en marzo de 2019, una persona necesitaba pagar una mensualidad de crédito hipotecario de alrededor de 9 mil 100 pesos y tener un ingreso de 30 mil pesos mensuales. En 2024, con una tasa de interés de 10.4% y el aumento en el precio de la vivienda, esa misma persona tendría que pagar una mensualidad de 14 mil 400 pesos y tener un ingreso de 48 mil pesos mensuales, explicó Enrique Margain, director ejecutivo de Préstamos a Particulares de HSBC México.
Margain destacó que el aumento en los precios de la vivienda, junto con la desconexión entre los ingresos y los costos de las propiedades, ha dificultado significativamente que los jóvenes adquieran una vivienda. “Esto es uno de los elementos que ha provocado que los jóvenes se tarden mucho más años en poder adquirir una vivienda o salirse de la casa de los padres para poder tener su propio patrimonio. Realmente sí hay que hacer algo para ayudar a los jóvenes a poder adquirir vivienda porque hay una problemática real”, señaló.
En respuesta a esta situación, en México se están promoviendo esquemas como el de Unamos Créditos de Infonavit, que permite que más personas participen en la compra de una vivienda. Además, HSBC México ha extendido los plazos de financiamiento de 20 a 25 años, una medida que busca otorgar una mayor línea de crédito a los usuarios y facilitar el acceso a la vivienda.
