Hablar de Julio Berdegué Sacristán es mencionar su profundo conocimiento en el desarrollo agropecuario y rural de América Latina. Este agrónomo, con un Doctorado en Ciencias Sociales, nació en Mazatlán, Sinaloa. Antes de su nombramiento como secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Berdegué fue el coordinador de la mesa temática de agricultura en los Diálogos de la Transformación, organizados durante la campaña electoral de Claudia Sheinbaum. Berdegué cree firmemente que la única forma de erradicar el hambre es mediante una transformación integral, más allá de proyectos específicos, requiriendo un cambio sistémico.
Oriundo de Mazatlán, fue investigador principal y coordinador del grupo de trabajo “Desarrollo con Cohesión Territorial” en el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (RIMISP). En este rol, dirigió investigaciones, ofreció asesorías a gobiernos y desarrolló programas centrados en reducir la desigualdad territorial.
Berdegué también ocupó el cargo de subdirector general y representante regional para América Latina en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Ha enfatizado repetidamente que erradicar el hambre solo se logrará mediante una transformación integral a gran escala, no con intervenciones aisladas.
Para Berdegué Sacristán, el hambre está íntimamente ligada a la desigualdad económica y a la rigidez histórica en la distribución de ingresos. Durante su tiempo en la FAO, destacó la necesidad de políticas que promuevan la equidad y la cohesión territorial, fomenten la igualdad de oportunidades entre regiones, y adopten medidas fiscales para limitar la extrema acumulación de riqueza, así como políticas contra la desigualdad de género y etnia.
Además, Berdegué subrayó que luchar contra la desigualdad no solo es un acto de justicia, sino también una inversión en el futuro, ya que libera el potencial de millones de personas que han sido marginadas por el modelo de desarrollo actual.
