México descarta hacer nuevas modificaciones al decreto por el que se limita el uso de maíz genéticamente modificado, en medio de un panel solicitado por Estados Unidos sobre la política local del grano transgénico, informó el lunes la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro.
A mediados de febrero, México publicó modificaciones a un primer decreto de finales de 2020 en el que suavizó su postura en torno al maíz genéticamente modificado y permitió su uso para consumo animal e industrial de alimentos para personas, en medio de una disputa creciente con Estados Unidos.
“No”, respondió tajante la funcionaria a Reuters en una entrevista al ser consultada sobre si México estaría dispuesto a hacer una nueva modificación al texto para calmar inquietudes de Estados Unidos y de industriales mexicanos de que al menos el maíz para consumo animal no tendría limitaciones. El nuevo decreto mantuvo la prohibición del maíz transgénico para “alimentación humana”.
México insiste en que su política sí está basada en ciencia y Buenrostro aseguró que lo está a tal grado que en el decreto de febrero se tomó:
“textualmente” de la disposición en el T-MEC sobre lo que “se debe
cumplir para tomar decisiones con base científica”
Antecedentes
*Cargill y Monsanto, además de los grandes productores, “no se van a dejar”, advierten los especialistas.
*Buenrostro precisó que las reglas mexicanas no prohíben las importaciones de ningún tipo de maíz de Estados Unidos, excepto el usado para las tortillas. México elabora las tortillas con maíz blanco no transgénico, del que es autosuficiente, pero anualmente unos 5 mil millones de dólares a Estados Unidos, la mayor parte grano amarillo para alimento de ganado.
*Estados Unidos escaló la semana pasada sus objeciones a las restricciones impuestas por México a las importaciones de maíz genéticamente modificado y solicitó la creación de un panel de solución de diferencias en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).