La más grande traición del SNTE al magisterio, aquí la historia

Por Diego Angulo, S+q53

El día de hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en el marco del aniversario de las constituciones de 1857 y 1917, enviará una serie de iniciativas de reformas constitucionales al Congreso de la Unión.

Una de las iniciativas es de interés central del magisterio (y todo el sector burocrático) porque daría marcha atrás al golpe a los derechos más fuerte que asestó la camarilla neoliberal al magisterio. Nos referimos a la Reforma a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de 2007, ley de ISSSTE, que en el momento que se votó afectó a 2.8 millones de asegurados según las estadisticas de la propia iniciativa.

El 22 de marzo de aquel año, 313 diputados del PAN (196), PRI (89), Verde (16), Panal (8) y PASC (4) votaron por reformar la Ley del ISSSTE para incrementar la edad de jubilación de 30 años en servicio a 60 de edad, se incrementó la aportación del trabajador de 3.5 a 6.1 por ciento y el cambio al régimen de pensión el décimo transitorio y cuentas individuales. La reforma al régimen implicó que de la noche a la mañana los trabajadores dejaron de recibir el 100% de su salario al jubilarse, sino entre un 30 a un 50% menos.

¿Cómo comenzó esta historia de traición?

Decimos traición porque el SNTE usó al trabajador en su propio perjuicio. Aquí la historia.

Después de la derrota presidencial del PRI en el 2000 y los conflictos con Roberto Madrazo, en ese entonces presidente del partido, la maestra Elba Esther Gordillo desvinculó al SNTE del PRI. En julio de 2005 fundó su propio partido, Nueva Alianza, intrumento que sería central para concretar el fraude de 2006 contra Andrés Manuel López Obrador.

El 2006 la maestra jugó todo el tiempo a favor de Felipe Calderón; su propia campaña se basó en solicitar 1 voto de 3, decía el slogan, uno para Nueva Alianza y el otro lo mandarían a Calderon. Es por eso que Roberto Campa Ciprian, candidato presidencial de Nueva Alianza, obtuvo solo 401,184 votos, el 0.9%, mientras que los diputados federales alcanzaron 1,688,198, es decir, el 4.15% (logrando el registro). Es decir, más de un millón de votos se fueron para el candidato del PAN Felipe Calderón y no para el propio.

Pero la labor de la maestra no terminó ahí; unos días antes de la elección, la líder habló con los gobernadores del PRI de diferentes estados para que canalizaran el voto para Felipe Calderón. En un audio entre la maestra y el entonces gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, Elba Esther informa que “ya se cayó el PRI” y tiene información de que Coahuila y Tamaulipas están con todo con el PRI, sugiriéndole que aplique el operativo para que el voto salga para el PAN, “lo interesante es hablar con Felipe y vendérselo”. En Tamaulipas, un estado netamente priista, Calderón obtuvo el 41.2% de los votos frente al 25.4% de Andrés Manuel.

Por eso el SNTE y la maestra lograron como nunca poder en el gobierno de Felipe Calderón. La maestra negoció con el espurio presidente que le entregaran la subsecretaría de Educación Básica para su yerno, Fernando González, el Sistema Nacional de Seguridad Pública para Roberto Campa, la Lotería Nacional para Francisco Yáñez y el ISSSTE para Miguel Ángel Yunes. Según la propia Elba Esther, fue en ese escenario cuando “vino la sucesión y llegamos al acuerdo de ir con el presidente Calderón por la Presidencia de la República, previos arreglos de orden político que no deben avergonzar a nadie. A mí no me avergüenzan, yo hago política”, haciendo referencia a las posiciones entregadas por el panista. El espurio Calderón le comentó “que la seguridad social exigía una reforma de fondo” y entonces la maestra dice sin rubor “me comprometí a impulsar esa reforma de la seguridad social de los trabajadores”. A confesión de parte, relevo de pruebas.

Así, aquel 22 de marzo, en acuerdo con la dirigencia sindical del SNTE que controlaba la SEP y el ISSSTE, se dio el voto de la Ley de ISSSTE. Muy prestos 8 de los 9 diputados de Nueva Alianza, todos maestros, se sumaron a la carga del PRIAN. Que hoy el presidente AMLO, reivindicando al doncente, trata de revertir con una reforma constitucional.

Sin embargo, el actual dirigente del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, no fue ajeno a la traición, era parte de la burocracia dorada del sindicato. Llegó al SNTE nacional en 1998 como Secretario de Derechos Laborales y Organización de Educación Básica I del CEN del SNTE y de ahí ya no regresó al aula. En el tiempo de amasiato del SNTE con Calderón fue Coordinador del Colegiado Nacional de Organización, desde marzo de 2004 hasta julio de 2011, es decir, el encargado de constituir el Partido Nueva Alianza y conseguir los votos magisteriales para el PAN.

Lamentablemente, los trabajadores de la educación no tienen memoria y hoy continúan alimentando a sus verdugos.

Pero tampoco los líderes tienen vergüenza y son tan cínicos que ayer hicieron un desplegado casi diciendo que la reforma a pensiones del presidente Andrés Manuel López Obrador es obra de ellos. De risa.

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1 Comment

  1. María Victoria Soto López dice:

    Esto es lo más lamentable, los trabajadores de la educación no tienen memoria y hoy continúan alimentando a sus verdugos. Hay que continuar con nuestra lucha cada vez más fuerte y con la convicción de no claudicar ante nada y nadie. Firmes

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