Acapulco, Guerrero | 16 de abril de 2025
Los legendarios clavadistas de La Quebrada de Acapulco recibieron oficialmente el Récord Mundial Guinness por realizar el clavado de cabeza más alto del mundo, desde una altura de 35 metros, una tradición que ha perdurado durante 91 años ininterrumpidos y que este martes fue reconocida ante la mirada de cientos de turistas, residentes y autoridades.
La ceremonia se llevó a cabo al atardecer, en el emblemático acantilado de La Quebrada, donde además se celebró el clavado número cinco millones, cifra simbólica que refleja la pasión, la valentía y el legado que han hecho de este espectáculo uno de los más importantes en la historia del turismo nacional.
Para ser considerado por Guinness World Records, el récord debía ser medible, verificable y estandarizable, condiciones que fueron cumplidas por la Asociación de Clavadistas Profesionales de La Quebrada, cuyos integrantes ahora forman parte del famoso libro de hazañas internacionales.
La Secretaría de Turismo de Guerrero explicó que este récord ha estado vigente desde 1934, cuando comenzó a realizarse desde los 35 metros de altura, con un nivel de dificultad que triplica la altura de un clavado olímpico y cuadruplica el riesgo por la reducida profundidad de caída.
La secretaria de Turismo federal, Josefina Rodríguez Zamora, celebró este logro como un nuevo motivo para visitar Acapulco y reconoció el valor de quienes arriesgan su vida día con día:
“Son los mejores clavadistas del mundo. Han convertido su arte en un símbolo de México, y hoy su nombre queda inscrito en el libro de los récords más exigentes del planeta”.
Por su parte, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda resaltó que este reconocimiento trasciende lo deportivo y adquiere un profundo valor cultural y simbólico:
“Este récord no es solo un logro, es un reflejo de lo que somos como pueblo: resilientes, valientes, talentosos. Es la historia viva de Acapulco”.
Finalmente, Ingrid Rodríguez Borja, representante oficial de Guinness World Records en México, destacó que este es un momento histórico:
“Este récord podría romperse en cualquier parte del mundo, pero sólo en Acapulco se ha mantenido vivo por 91 años. Este salto es tres veces más alto que el de un clavadista olímpico y con una profundidad cuatro veces más reducida”.
La hazaña de La Quebrada, nacida de la audacia y el amor por el mar, se consagra hoy como patrimonio vivo del turismo, el deporte extremo y la cultura popular mexicana.