A 10 días de las elecciones, el Instituto Nacional Electoral (INE) está enfrentando una situación en la que faltan capacitadores para llevar a cabo la operación de las casillas electorales. Se han emitido mil 311 convocatorias, pero no ha habido una respuesta suficiente. Las vacantes corresponden a 679 capacitadores y 49 supervisores, cuyo trabajo es fundamental para garantizar el correcto funcionamiento de las casillas y la captura de datos para los programas de resultados y tendencias electorales. Aunque estas vacantes representan solo el 1.8% y el 0.66% de la plantilla total, la preocupación radica en la falta de respuesta por parte de los solicitantes.
Las posibles razones para esta situación incluyen salarios no competitivos en comparación con lo que ofrece el INE en relación con el INEGI, así como posibles preocupaciones de seguridad. Además, se ha señalado que el INE presionó a los solicitantes para que demandaran a los partidos políticos por presuntas afiliaciones indebidas, lo que resultó en la descalificación de 2,000 personas que ahora serían necesarias. A pesar de estos desafíos, el INE ha delineado cuatro escenarios para abordar la falta de personal, incluyendo la contratación de personal de los Organismos Públicos Locales (Oples) y la utilización de listas de reserva de solicitantes iniciales.