La pobreza laboral en México se ubicó en el 35.8% durante el primer trimestre del año, marcando un hito al alcanzar su nivel más bajo registrado, según reportes recientes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Este indicador, que refleja el porcentaje de la población cuyo ingreso laboral no es suficiente para adquirir la canasta alimentaria, ha mostrado una tendencia a la baja desde el tercer trimestre de 2022.
En términos absolutos, la cantidad de personas en situación de pobreza laboral disminuyó de 44.4 millones en el primer trimestre de 2023 a 41.9 millones en el mismo periodo de 2024. Este descenso se atribuye principalmente al crecimiento de los ingresos laborales y a una moderada inflación en el costo de la canasta alimentaria.
El incremento en los ingresos laborales, que experimentó una subida del 7.3%, jugó un papel crucial en esta reducción. Factores adicionales como la reactivación económica y las políticas de aumento al salario mínimo también contribuyeron a mejorar la capacidad adquisitiva de los trabajadores.
La pobreza laboral refleja el porcentaje de la población general cuyos ingresos provenientes del trabajo no alcanzan para costear la canasta mínima de alimentos.
El Coneval destacó también que la pobreza laboral logró ceder incluso en un contexto en el que los precios de los alimentos todavía presentan crecimientos importantes. De hecho, en el primer trimestre del año el valor monetario de la canasta básica alimentaria subió cerca de 7% en comparación interanual, tanto en zonas rurales como urbanas. En este sentido, la reducción de la pobreza laboral puede ligarse a factores como el aumento generalizado y sostenido del salario mínimo, una mayor tasa de ocupación o la combinación de estos.
La disminución de la pobreza laboral es, además, una tendencia en la mayor parte del país. En 25 de las 32 entidades federativas ha crecido la población que puede costear su alimentación con sus ingresos del trabajo.
Sin embargo, el Coneval subraya la importancia de seguir implementando políticas que fomenten el empleo formal y bien remunerado para consolidar estos avances. A pesar de la mejora, el porcentaje de personas en pobreza laboral sigue siendo significativo, lo que indica que aún hay desafíos importantes por enfrentar para garantizar una calidad de vida adecuada para toda la población.
Los expertos señalan que la sostenibilidad de esta tendencia dependerá de la estabilidad económica y la implementación continua de políticas sociales que apoyen a los sectores más vulnerables. Además, recomiendan fortalecer los programas de capacitación y educación para mejorar la empleabilidad y los ingresos de la población en el largo plazo.
La reducción de la pobreza laboral representa un avance significativo en el combate a la pobreza en general, pero también resalta la necesidad de mantener y fortalecer las estrategias de desarrollo social y económico en México.
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