El Gobierno de Bolivia ha expresado este jueves su firme rechazo a la versión de un “autogolpe de Estado” promovida por los detenidos vinculados al reciente intento de levantamiento militar. La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, ha calificado esta teoría de “falsa, inconcebible y temeraria”.
Prada ha desestimado las declaraciones del general Juan José Zúñiga, principal sospechoso del intento de golpe, afirmando que son “absolutamente falsas”. La ministra ha acusado a ciertos sectores militares de intentar aprovechar la situación para ganar influencia política con fines personales y desviar la atención de los hechos reales.
Según Prada, los eventos del miércoles en la plaza Murillo de La Paz, donde un grupo liderado por Zúñiga irrumpió en el antiguo palacio presidencial con un carro de combate, constituyen un “insólito movimiento militar”. Ha enfatizado que esto fue un intento de golpe, aunque fallido, y subrayó la necesidad de respetar la Constitución y la democracia del país.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, también rechazó las afirmaciones de que se tratara de un “simulacro”. “¿Cómo podemos hablar de un simulacro cuando ya tenemos a los principales responsables detenidos y 12 personas heridas?”, cuestionó Del Castillo.
Zúñiga, por su parte, ha alegado que el incidente fue un autogolpe instigado por el presidente Luis Arce para incrementar su popularidad mediante el despliegue de carros blindados. Estas declaraciones han generado una considerable polémica en el país.
El diario El Deber ha informado que el gobierno considera estas afirmaciones como un intento de algunos militares de manipular la verdad para obtener beneficios personales y desacreditar el actual gobierno.