Con el respaldo de Morena y sus aliados, las comisiones del Senado aprobaron la reforma constitucional que transfiere el control de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), tras un intenso debate de más de tres horas. Durante la discusión, el coordinador de Morena, Adán Augusto López Hernández, aseguró que el priísta Manuel Añorve y otros miembros del PRI apoyarían la medida, lo cual fue rechazado de inmediato por Añorve, quien señaló que presentaría su posición al día siguiente y más tarde, vía redes sociales, confirmó que votaría en contra.
La reforma fue avalada con 25 votos a favor y 10 en contra en las comisiones de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos, y enviada a la mesa directiva del Senado para su primera lectura en la sesión del día siguiente, con la expectativa de ser votada en el pleno posteriormente. Los legisladores de Morena señalaron tener los 87 votos necesarios para alcanzar la mayoría calificada.
El debate estuvo marcado por confrontaciones entre Morena y la oposición, especialmente entre Adán Augusto López y el panista Marko Cortés. Cortés reiteró que la reforma implicaba la militarización del país, a lo que López Hernández replicó mencionando que varios gobernadores del PAN han solicitado apoyo de la Guardia Nacional en sus estados.
Al presentar el dictamen, la senadora Ernestina Godoy, presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, defendió la medida argumentando que busca proteger a la población en medio de la crisis de inseguridad y violencia que atraviesa el país. Además, subrayó que el marco constitucional incluirá controles que aseguran la supervisión civil y el respeto a los derechos humanos.
Sin embargo, figuras de la oposición como Ricardo Anaya y Marko Cortés mantuvieron su postura de que la reforma fomenta la militarización de la seguridad pública y llamaron a modificar la estrategia. Desde el otro lado del debate, senadores como Gonzalo Yañez del PT y Malú Micher de Morena insistieron en que el control civil sobre la Guardia Nacional sigue en manos del presidente de la república y recordaron que la militarización histórica de México ha tenido episodios trágicos, como el movimiento estudiantil de 1968 y la masacre de Acteal.
El intercambio se intensificó cuando Cortés recordó que, en 2017, el PRD, PAN y Movimiento Ciudadano impugnaron la Ley de Seguridad Interior por su tendencia a militarizar la lucha contra el crimen. López Hernández le respondió afirmando que Morena cambió de postura por su “experiencia de gobierno”, algo que, dijo, Cortés no ha tenido.
López Hernández insistió en que priístas como Manuel Añorve votarían a favor de la reforma, aunque Añorve y otras senadoras del PRI, como Carolina Viggiano y Claudia Anaya, desmintieron esa afirmación, con Anaya incluso anunciando un voto particular en contra.
