Pedro Escobedo, Qro.— Con el banderazo de inicio a la construcción del Tren de Pasajeros México-Querétaro, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo no solo dio arranque a uno de los proyectos emblemáticos de su sexenio, sino que anunció que la red ferroviaria cruzará gran parte del país pasando por Sinaloa, como parte de una visión de conectividad nacional sin precedentes.
“De Querétaro nos vamos a ir a Irapuato y de ahí hasta Nogales. Por el otro lado, vamos a ir hasta Nuevo Laredo por el Golfo de México”, dijo Sheinbaum, confirmando que Sinaloa estará conectado a esta gran red del Tren de Pasajeros, al formar parte del corredor hacia Nogales.
El nuevo tramo entre Ciudad de México y Querétaro tendrá una duración de 2 años y medio en su construcción y permitirá a los trenes circular a hasta 200 km/h, haciendo que el trayecto se recorra en solo dos horas. Pero la transformación va más allá: el proyecto se convertirá en una columna vertebral para el desarrollo del norte del país.
Sinaloa entra en la ruta del desarrollo ferroviario
La ruta planteada por la presidenta abre la puerta a que estados del noroeste como Sinaloa y Sonora queden integrados a una red logística moderna, lo que impulsará el comercio, el turismo y el desarrollo regional, sobre todo en puertos como Mazatlán y ciudades clave como Culiacán y Los Mochis.
Este tipo de proyectos —históricamente bloqueados por intereses privados o falta de visión nacionalista— son ahora recuperados como parte del nuevo proyecto de Nación de la Cuarta Transformación.
“Se propuso durante varios sexenios, pero no había gobernado una Presidenta”, dijo Sheinbaum en un mensaje que resonó con fuerza entre sus simpatizantes.
La presidenta también se refirió al simbolismo geográfico del país y bromeó sobre decisiones absurdas del pasado:
“¿Cómo se llama?”, preguntó sobre el Golfo de México. “Golfo de México”, respondieron los presentes. “¡Otra vez!”, insistió, recordando que Donald Trump había intentado rebautizarlo como ‘Golfo de América’.