#CRISISEDUCATIVA
Culiacán, Sinaloa.– Este sábado, jóvenes de la Universidad Politécnica del Mar y la Sierra, en La Cruz de Elota, acudieron a la capital del estado para solicitar ayuda urgente ante la situación que los ha dejado, en plena pandemia, sin posibilidades de continuar sus estudios universitarios.
Hasta el momento, comentan que más de 50 estudiantes se han visto afectados y fueron dados de baja a causa del fraude que la universidad denunció ante el ministerio público en días pasados, donde ante la falta de ciberseguridad, una persona que laboraba en el departamento de control escolar hizo uso indebido de los datos personales de los alumnos que presentaban adeudos en sus pagos ofreciéndoles descuentos para liquidar y evitar la baja. Afectando con ello inclusive a estudiantes a los que no se les contactó pero que sus adeudos fueron borrados del sistema.
El viernes 6 de agosto se citó a los estudiantes en la universidad para informarles que habían sido víctimas de fraude. Ahí se les solicitó exponer su caso ante cada director de sus respectivas carreras, prometiéndoles en dicha reunión que se les tomaría en cuenta como víctimas de un delito y se les reincorporaría a la institución educativa si cooperaban.
Sin embargo, a pesar de que las acciones que llevaron a esta situación sucedieron en el mes de julio, no fue hasta el pasado 7 de agosto, que el Dr. Leonardo Germán Gandarilla, rector de la UPMyS, alertó del fraude a la población por medio del Canal 2 Televisión de La Cruz, donde explica que alrededor de 25 estudiantes fueron contactados a hacer depósitos en cuentas que no corresponden a la universidad, diciéndoles que se les estaba dando de baja temporalmente para hacer un proceso fraudulento. “Les eliminan sus pagos en pantalla, pero ellos siguen debiéndole a la institución lo mismo. La alerta es, el proceso es muy claro, acudan a su banco, con su cuenta, a realizar sus abonos”, advirtió el rector.
“Al siguiente lunes nos piden que realicemos una carta a puño y letra en la que dejáramos claro que estábamos arrepentidos de lo que habíamos hecho y que esa carta se le mostraría al consejo de calidad de la universidad”, relata la estudiante Sumara Meza Flores. Al día siguiente entregaron las cartas y les comentaron que debían esperar a la junta del consejo.
Un par de días después, se comunica la directora de la carrera diciéndoles que no podrían calificarles el cuatrimestre, que se les iba a tratar como lo que son, bajas, porque estaban dados ya de baja en el sistema y ante la angustia de los estudiantes les comenta de nuevo que había que esperar porque ya se había puesto una denuncia ante la fiscalía y que una vez que terminara el proceso les solucionarían.
La mayoría de los jóvenes afectados son estudiantes de noveno cuatrimestre, siendo diez cuatrimestres lo que comprende una carrera en la Universidad Politécnica del Mar y la Sierra, donde el último cuatrimestre consiste en estadías, como parte de un servicio social fuera de la institución, requisito para la titulación. “En el caso de nosotros, que somos del área de salud, de la carrera de terapia física, nos piden extra un año de servicio social, independiente de todas las carreras, es la única que lo tiene”, abunda Meza Flores.
Los momentos de incertidumbre que han sufrido estos jóvenes al quedarse sin estudios los han llevado a buscar ayuda por medio de la SEPyC, más la respuesta ha sido que es el rector quien debe solucionarles.
“Lo único que pedimos es que nos reincorporen, porque fue violado nuestro derecho a la educación. Queremos pedirle al gobernador Quirino Ordaz Coppel que nos pueda hacer el gran favor de ayudarnos para seguir estudiando, porque eso es lo que queremos, seguir estudiando. Sabemos de antemano que en este país es muy difícil conseguir trabajo y menos si no tenemos una educación”, expone Airam Sanabria Padilla, reina de la universidad y estudiante de la carrera de administración de empresas turísticas, quien también fue dada de baja.
“Y estoy hablando también por mis compañeros y compañeras que por problemas económicos y escasos recursos acudieron a este término, el cual no estuvo bien y reconocen que no estuvo bien, estamos pidiendo, primero que nada, que nos reincorporen, y segundo, que exista algún mecanismo con el cual podamos nosotros pagar para así liquidar la cuenta que se debe a la universidad”.
“Estamos en toda la disposición de ayudar y declarar ante el ministerio público”, añade Meza Flores.
Ha sido tanta la desesperación de los estudiantes que inclusive pidieron al rector que los sancionara de alguna forma pero que les permita reincorporarse y terminar sus carreras.