La Ciudad de México se adentra en una nueva era de regulación para las plataformas de hospedaje, con un enfoque puntual en gigantes como Airbnb. Esta semana, se anunció un movimiento significativo por parte de las autoridades capitalinas: la creación de un padrón que recabará información detallada sobre los anfitriones que ofrecen alojamiento a través de estas aplicaciones.
Según lo publicado en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México, la Secretaría de Turismo de la Ciudad de México y la Agencia Digital de Innovación Pública tendrán 180 días para desarrollar los sistemas electrónicos que permitirán el registro de los anfitriones y las plataformas tecnológicas que operan en la capital.
Para ser incluidos en este padrón, los anfitriones deberán presentar una serie de documentos que incluyen su nombre, nacionalidad, identificación oficial, así como pruebas de propiedad o administración de los inmuebles registrados, entre otros requisitos. Además, las nuevas regulaciones también imponen obligaciones fiscales tanto a los anfitriones como a las plataformas, y requieren que estas últimas informen sobre el uso y la ocupación de los alojamientos.
Entre las disposiciones más destacadas se encuentran restricciones para aquellos anfitriones que deseen inscribir más de tres inmuebles en la plataforma, y exenciones para aquellos que residen en las propiedades que ofrecen en alquiler.
Estas medidas son parte de un esfuerzo más amplio por parte de las autoridades para promover un turismo responsable y ordenado, al mismo tiempo que se protegen los derechos de los residentes y se abordan las preocupaciones urbanas relacionadas con el crecimiento del sector turístico en la Ciudad de México.
Con esta iniciativa, se espera un mayor control sobre el mercado de alquileres a corto plazo, lo que podría tener un impacto significativo en la dinámica tanto del sector turístico como del mercado inmobiliario en la capital mexicana.
