La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, ahora conocida como Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, determinó que no procederá con la acción penal por la muerte de Carlos Márquez Padilla, esposo de María Amparo Casar, presidenta de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, considerando que se trató de un suicidio.
La investigación previa MH-1T1/2361/04-10, iniciada en la Fiscalía Desconcentrada en Miguel Hidalgo, inicialmente clasificó la causa de la muerte, ocurrida el 7 de octubre de 2004 tras caer del piso 12 de la torre de Pemex, como un homicidio.
Testimonios de familiares, amigos y empleados de la paraestatal, que no presenciaron el incidente, indicaron que el asesor en la Dirección General Administrativa no parecía estar lo suficientemente deprimido como para suicidarse después de separarse de su esposa.
Sin embargo, la dependencia señaló que no se encontraron pruebas suficientes para sostener la acusación de homicidio y concluyó que Márquez Padilla se quitó la vida.
El Dictamen de Criminalística de Campo determinó que Márquez Padilla cayó desde una ventana del lado poniente y terminó impactando el suelo, sin que se observaran signos de violencia en su oficina, donde todo estaba en orden.
Tampoco se encontraron signos de lucha o autodefensa. La fiscalía concluyó que es muy probable que no haya habido intervención de terceras personas, y por lo tanto aprobó el no ejercicio de la acción penal.
El dictamen fue firmado el 14 de febrero de 2005 por el agente del Ministerio Público revisor, Luz Elena Villeda Navarro; la oficial secretaria, Maribel Álvarez Herrera; y el jefe de la agencia de revisión D, Marcelino Sandoval Mancio.
La certificación del documento de 11 páginas fue realizada en febrero pasado por la Coordinación de Agentes del Ministerio Público Auxiliares del Procurador de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
