Sí amigos y apreciables lectores, hoy nos aventuramos a recordarles algunas acciones de gobiernos municipales de la capital sinaloense que no entendemos, aclarando de antemano que todo es discutible y que no existe nada personal; unos podrán decir modas, otros podrán decir negocios, algunos simplemente creen que son novatadas o actos bien intencionados.
Pues bien, ¿quién recuerda los famosos arboles iluminados? Fueron 60 arbolitos que costaron un millón 164 mil pesos en 2014 al H. Ayuntamiento de Culiacán, algunos aún sobreviven sus troncos pero ya sin la vida inorgánica y luminiscente con la que hicieron su aparición con el único propósito de embellecer la ciudad capital por aquellos años. Fueron comprados bajo un pedido a alguna empresa china con iluminación “artística” y los cuales en ese año contaron —según con la información de las autoridades locales del momento— con resguardo de la policía municipal para que no fueran vandalizados.
Bueno, tal vez usted no recuerde mucho de dichos arbolitos, pero ¿qué tal del fenómeno de los “morrines”?
A ni siquiera un año de los mencionados arbolitos luminiscentes, hizo su aparición en la capital un muñeco de nombre “Morrín”; se trataba de un niño “estudioso y bueno” (que es lo que quería proyectar el municipio hacia su niñez). Dicha campaña se lanzó con bombo y platillo, incluso, con una dinámica donde se invitaba a la población a tomarse una foto con él y subirla a redes sociales poniendo en su publicación que estaba “al cien” con Culiacán, y la foto con mayor numero de “likes” sería proyectada en la pantalla municipal. Bien, era un muñeco de 1.60 mts de alto, 40 kilogramos, su período de vida según el municipio era de hasta 30 años, y el costo de 9 de ellos fue de 162 mil pesos. Quizás es más recordado por cómo fueron criticados y cómo fueron desapareciendo de las plazas donde fueron instalados, o incluso por cómo se les vio flotar durante el paso del huracán “Manuel”.
Hoy pudiera parecer un caso distinto, y comentaremos el porqué mas adelante, sin embargo, la nota del día se la lleva la aparición y compra de “scooters” eléctricos para la policía municipal destacada como de proximidad social y asignada al proyecto “Red Púrpura”, lanzado por el ayuntamiento de Culiacán, donde se anunció la construcción de 7 módulos de vigilancia que estarán ubicados en el Parque Las Riberas, Isla de Oraba y Jardín Botánico durante las 24 horas del día y con la participación de policías de proximidad social equipados con 14 “scooters” y un costo de 13 millones de pesos, por ende, las redes han empezado a cuestionar, ¿acaso este no es un morrín más? O ¿un scooter es más veloz que las “Italikas”? Incluso cuestionan si no sería más práctico el uso de bicicletas. Pues bien, estimadas y estimados, ustedes tienen la capacidad para decidir qué les parece lo mejor, aquí nos dimos la oportunidad de analizar un poco y les acercamos un poco la justificación y posteriormente un análisis.
La llamada “Red Púrpura” es un programa que, en lo personal aplaudo, es de reconocer que era muy necesario atender el abandono y la exposición a la latente inseguridad vivida en puntos aislados de los lugares mencionados previamente donde se aplicará el programa, pues para nadie es sorpresa cómo “punteros”, o inclusive personas intoxicadas por alguna sustancia, utilizan dichos espacios que en ocasiones pueden volverse un riesgo para las familias y visitantes del Jardín Botánico o el Parque Las Riberas. Por eso, el que se presente un análisis, y como respuesta, un programa que implemente acciones para resguardar a quienes buscamos los lugares públicos de esparcimiento de nuestra bella capital para no dejarlos en las manos de quienes no desean hacer el bien es bastante importante.
Ahora bien, siendo justos, analíticos y dejando claro que existe un mundo de distancia entre la “la Red Púrpura” y los “morrines” o los “arbolitos”, habría que analizar, ¿qué tan pertinente un gasto de este tipo, por la real utilidad en cuanto a proximidad, pudieran tener en estos espacios de recreación? Empieza a parecer en ocasiones que algunas personas que toman las decisiones pasan demasiado tiempo en el centro del país, específicamente en CDMX, donde quizás la movilidad en los scooters es práctica, y se puede circular por una ciudad asfaltada como lo es la capital del país.
Sin duda, este tipo de errores de una política centralizada no sería nuevo pero éste sí sería un recordatorio para decir a la autoridad: ésta no es la CDMX, y quizás me equivoque, pero creo que pudieran encontrar otras opciones menos ‘chilangas’ para equipar a nuestras policías, y que esto no pareciera otra de las situaciones anteriores.
Como dije, el programa se aplaude y está plenamente justificado, retornar la confianza y darle la seguridad a las familias, a las mujeres y la niñez en la capital sinaloense debe ser una prioridad, y es también bueno retomar agendas y programas de otros lugares del país, sin embargo, analizar bien la viabilidad y la pertinencia siempre debe de ser importante a la hora de estos proyectos.
Por último, mencionar que dichos scooters me gustaría verlos más al alcance de las familias y de la niñez usuaria de estos parques, espero y en algún futuro cercano, y que si se van a replicar políticas y programas “chilangos”, se lleven a cabo bajo esquemas pertinentes y necesarios para nuestro entorno.
También esperamos que este tipo de programas se extiendan a los parques lineales del Blvd. Agricultores, Las Torres, Juntas del Humaya, entre otros, donde creo es posible llevarlos a cabo si se sienta un buen precedente con los primeros puntos.
Ahora, no tardarán en aparecer los puristas de disque oposición a criticar este “gasto” en “patines eléctricos” (con un grado de razón quizás), pero sin recordar que algunos de los que lo harán, no cumplieron ni siquiera con lo que prometieron con sus árboles, o morrines, y que sólo pararon al basurero de la historia y serán recordados por corruptos e incapaces de cumplir siquiera con las dinámicas propuestas en sus programas.
A la Red Púrpura, de antemano, le deseamos éxito, ya que todo aquello enfocado a encontrar y brindar paz y tranquilidad es bienvenido, esperemos patines muy veloces con pilas de alta durabilidad, refacciones baratas y fáciles de encontrar para contar con ellos muchos años y pronto verlos al alcance de usuarios.
¡Hasta siempre!
Por Carlos Arredondo
