Culiacán, Sinaloa, 26 de febrero de 2025.-
El Hospital Pediátrico de Sinaloa celebra un importante avance en la lucha contra el cáncer infantil, alcanzando una tasa de recuperación del 70% en los niños y niñas diagnosticados con esta enfermedad. Así lo informó la Dra. Daniela Arce Cabrera, especialista en Oncología Pediátrica por la UNAM, quien destacó que el cáncer en menores sí es curable, especialmente cuando se detecta a tiempo.
La doctora enfatizó la importancia de estar atentos a las señales de alerta, ya que, a diferencia de los adultos, los niños no cuentan con estudios preventivos específicos. Por ello, recomendó como base fundamental el seguimiento del desarrollo integral del menor, incluyendo la cartilla de vacunación, el control nutricional, el neurodesarrollo y la salud bucal. Además, resaltó la necesidad de revisiones médicas periódicas durante el primer año de vida, preferentemente con un pediatra o médico de cabecera.
Aunque el cáncer infantil no presenta síntomas específicos, existen indicadores que pueden alertar a los padres, como la aparición de moretones sin causa aparente, puntos rojos en la piel, sangrados frecuentes o fiebre persistente.
“En Sinaloa podemos sentirnos orgullosos, porque en el Hospital Pediátrico hemos logrado una tasa de supervivencia del 70%, es decir, 7 de cada 10 niños superan esta enfermedad. Esto es resultado de un trabajo multidisciplinario y de la detección oportuna”, afirmó la Dra. Arce.
El tipo de cáncer más común en los menores es la leucemia linfoblástica aguda, que representa casi la mitad de los casos. Este padecimiento se origina en la médula ósea, donde las células sanguíneas comienzan a mutar y se vuelven malignas, propagándose por el cuerpo. La especialista recordó que el cáncer puede manifestarse desde el nacimiento hasta la edad adulta, pero en los niños la incidencia es mayor entre los 5 y 9 años.
Finalmente, la Dra. Arce hizo un llamado a no olvidar que, durante el tratamiento, los niños siguen siendo niños. “Ellos necesitan jugar, convivir con sus amigos y disfrutar de su infancia. Estas actividades no solo mejoran su calidad de vida, sino que también contribuyen a elevar las posibilidades de curación”, concluyó.
El Hospital Pediátrico de Sinaloa se consolida así como un referente de esperanza y éxito en la batalla contra el cáncer infantil, demostrando que con atención oportuna y un enfoque integral, la recuperación es posible.