La reforma a la ley del ISSSTE: la traición a AMLO

Por Diego Angulo, S+q53

En el país estamos viendo una serie de cambios en la política de gobierno definida por AMLO en su primer mandato, conocida como la 4T. Algunos de estos cambios son positivos, pero otros resultan equivocados.

Uno de ellos es la reforma al ISSSTE, principalmente porque implica un cambio ideológico.

El neoliberalismo, que supuestamente ya habíamos superado, se caracterizó por quitar recursos a los sectores más bajos a través de impuestos, mientras dejaba intactos a los de arriba e incluso los apoyaba. Así nacieron el IVA y los IEPS en los gobiernos neoliberales (que aún continúan), impuestos que afectan a todos por igual, sin importar si eres rico o pobre, cada vez que compras gasolina o cualquier producto en el OXXO, pagas un impuesto.

En las mañaneras, el ex presidente AMLO siempre afirmaba que los neoliberales seguían la política del goteo: “si le va bien a los de arriba, gotea hacia abajo” con el apoyo del PRIAN. Cosa que nunca sucedió, el neoliberalismo dejó 60 millones de pobres, es decir, nunca goteó.

Sin embargo, con el gobierno de la 4T, la idea es apoyar a los de abajo bajo, por eso el lema “primero los pobres”, pero incluyendo a campesinos, obreros, burócratas de niveles bajos, trabajadores de la educación, sector salud y a la clase media.

En la 4T, desde la política nacional se rediseñó el esquema fiscal para dejar de perjudicar a los sectores más bajos y, en su lugar, apoyarlos mediante políticas públicas de transferencias directas. Así nacieron programas como la pensión para adultos mayores, las becas para estudiantes, Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro, entre otros. Eso permitió sacar de la pobreza a 5 millones de mexicanos solo en el sexenio de AMLO.

En el caso del magisterio, se implementó la medida de bienestar como medida de distribución de la riqueza, “nadie en el sector educativo debe ganar menos de 16 mil pesos al mes”.

Ayer leí la iniciativa de reforma a la Ley del ISSSTE firmada por la presidenta Claudia Sheinbaum, y, como morenista, no podía creer lo que estaba leyendo.

En el documento se señala textualmente:

“A fin de contar con mayores ingresos […] la presente iniciativa busca el fortalecimiento financiero del ISSSTE […] para lo cual se propone que se paguen cuotas sobre el cálculo del salario integrado para el caso del servicio de salud, y no sobre el sueldo básico, que suele representar hasta una tercera parte de los ingresos”.

El texto continúa con una exposición que me sigue sorprendiendo:

“De aplicarse la propuesta señalada, la estimación es que se obtendrán, sumando las cuotas señaladas, […] 3,400,000,000.00 (tres mil cuatrocientos millones de pesos 00/100 M.N) correspondientes a las personas trabajadoras”.

Literalmente, están diciendo que a la clase trabajadora se le descontarán 3,400 millones de pesos al año. ¡Esto va en contra de los principios ideológicos de la Cuarta Transformación!.

No puedo negar que el gobierno enfrenta una crisis fiscal, pero esta no es la solución desde una perspectiva ideológica.

Thomas Piketty, economista francés y premio Nobel de Economía, autor de El capital en el siglo XXI (2013) y Capital e ideología (2019), ha sido un fuerte crítico del modelo fiscal neoliberal en diversas economías. Sus estudios se han convertido en referencia para muchos gobiernos de izquierda en el mundo.

Su enfoque sobre la política fiscal se basa en la redistribución de la riqueza (como los programas sociales de AMLO) y la progresividad impositiva (es decir, cobrar más impuesto a los ricos) con el fin de reducir la desigualdad.

Ahí está el verdadero problema: Morena pretende cobrarle más impuestos a los trabajadores mientras ignora la necesidad de una reforma fiscal que aumente los impuestos a los más ricos. Los neoliberales dejaron un sistema fiscal en el que un millonario paga tasas impositivas inferiores a las de un trabajador formal, y el gobierno ha evitado abordar este tema en la camara de diputados y senadores para no hacer enojar al gran capital de México.

Entre 2018 y 2024 (el periodo de la 4T), según datos de Oxfam, el número de milmillonarios en México creció más del doble, pasando de 10 a 22. Carlos Slim sigue siendo el hombre más rico de América Latina, con un patrimonio de 76,600 millones de dólares, una cifra que equivale a la riqueza de 20 millones de los mexicanos más pobres.

Además, el 2024 fue un año récord en ganancias para la banca en México. De acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), las ganancias ascendieron a 288,340 millones de pesos, una cifra superior en 15,668 millones a los 272,672 millones obtenidos en 2023.

Sí, así es, 288 mil millones de pesos en ganancias bancarias, el costo de todo el Tren Maya. Y, en lugar de gravar a los sectores más ricos, Morena quiere quitarles 3,400 millones a los trabajadores.

No lo entiendo.

Morenistas que están frente al ISSSTE, hay que leer a Thomas Piketty, o el libro de AMLO “Hacia una economía moral”