Crónica de un foro sobre USICAMM secuestrado

Por Diego Angulo, S+q53

El viernes comenzaron los foros para la abrogación de la Ley del Sistema de la Carrera de las Maestras y los Maestros en Sinaloa. Los foros para la desaparición de USICAMM.

Con gran expectativa, salí de clase a las 9:30, como todos los días, y me dirigí al Hotel Ejecutivo, en el centro de Culiacán. Al llegar, no encontré estacionamiento cerca. Buena señal, pensé. Dejé mi auto a tres cuadras, en un estacionamiento privado.

No me sorprendió. El martes que intenté registrar una participación no pude. El formulario estaba cerrado. La razón: “demasiada participación”, según me informaron.

Entré al hotel y caminé hasta el salón donde se realizaba el evento. El lugar estaba lleno. No había asientos disponibles; la gente permanecía de pie hasta el fondo del salón. Ahí me acomodé.

Al principio, sentí cierta satisfacción al ver tanta asistencia. Sin embargo, cuando mi visión se aclaró, la decepción comenzó a colonizar mis sentimientos.

Frente a mí, reconocí a directores de área de SEPyC y, posiblemente, a todo su personal. Vi burócratas de COBAES y de otras instituciones. Luego, mi vista se posó en los de blanco, y fui identificándolos: eran del SNTE, el comité sindical y un grupo numeroso de delegados de plantel. Aquellos que, cuando pueden, aprovechan este tipo de eventos para no dar clases.

Entonces, me pregunté:

¿Este evento no era para los maestros y maestras que han sido violentados por el amaciato SNTE-SEPyC-USICAMM?

Me parecía la iglesia en manos de Lutero.

¿Quiénes hablan por los docentes?

¿Qué saben de las dificultades de un profesor o profesora quienes nunca han pisado un aula o jamás han realizado un procedimiento?

Para nadie es un secreto que en la SEPyC hay funcionarios con tiempo completo que jamás han agarrado un gis. Y en el sindicato, ni se diga.

A pesar de este decepcionante inicio, dos profesores, que estaban en el orden del día, hablaron con elocuencia. Sus testimonios fueron positivos: mencionaron cómo USICAMM les había permitido mejorar sus horas y salario.

Después de eso, vinieron los funcionarios, discursos de bostezo, solo despertaban a la audiencia los efusivos aplausos de la porra del SNTE 53 y 27 cuando los funcionarios mencionaban el nombre de sus líderes.

Cuando terminó el evento político, iniciaron las mesas de trabajo. La secretaria de Educación, Gloria Imelda, se retiró al restaurante del hotel, escoltada por los dos dirigentes sindicales. Probablemente, entre café y panecillos, seguían por telepatía las discusiones del foro.

Me metí a la Mesa 2 donde se disctutía Elementos de Valoración que se deben considerar para la promoción horizontal y vertical. No se llevó un orden que decia en la convocatoria, un sorteo para elegir a 10 participantes que hablarían por 15 minutos en un discurso preparado, en cambio, daban la palabra a quien quisiera hablar.

Los de blanco, mayoría en la sala, comenzaron con propuestas inverosímiles: Que se tomen en cuenta cualquier curso; que con un kárdex se pueda acreditar una maestría; que las horas adicionales no se concursen y se asignen por antigüedad; que todo se trabaje con el SNTE. Con un firme “apúntenle ahí, que no se le pase”, intentaban imponer sus ideas.

La funcionaria de SEPyC, quien coordinaba la mesa, intentaba ser política. Les explicaba que sus propuestas no podían integrarse por cuestiones normativas. Pero, en lugar de decirlo directamente, se resistía a escribirlas en la lámina.

Algo andaba mal, no avanzaba la estrategia de los blancos y ocurrió esta escena.

Una joven maestra de pantalo de mezclilla y blusa blanca, justo frente a mi, pidió la palabra, sacó un papelito en blanco de su bolsa, lo leyó. Era una propuesta. Esta versaba en dar reconocimiento a los cursos del SNTE.

La funcionaria le respondió que existía un procedimiento para validar los cursos y que el SNTE podía seguirlo sin problema. Sin embargo, la maestra no quedó satisfecha. Se notaba frustrada. Sacó su celular, envió un WhatsApp.

Minutos después, apareció el aprendiz de dirigente. Un joven con camisa del SNTE se acercó hasta el frente, tomó el micrófono como si fuera el gobernador y, con tono autoritario, sentenció a la funcionaria de Sepyc:

“Ustedes no vienen aquí a decir qué se pone o qué no. TODAS las propuestas se incluyen”.

Acto seguido, la joven maestra, visiblemente aliviada, corrió hacia el escriba para dictarle exactamente cómo debía quedar redactada su propuesta. Se aseguraba de que la propuesta del papelito blanco quedara registrada.

Al ver esto, decidí retirarme.

Después supe que en otras mesas pasó lo mismo.

En la Mesa 1, la encargada de la cartera de conflictos de primaria del SNTE, se autonombró moderadora, sacó un documento y le dijo a los asisntente “aquí traigo una propuesta, la leo y ustedes hacen observaciones”, se impuso. Ya imaginarán de qué trataba.

¿qué nos espera?

Entre diputados que no saben, secretarias de educación que no conocen, burócratas de SEPyC y líderes sindicales corruptos, repito, ¿qué nos espera?

La respuesta, lamentablemente, parece obvia.