¡López Obrador tenía razón y Rocha también: se redujo la pobreza!

Edgar Adair Espinoza Robles, Politólogo

Una nación tan vulnerada y agraviada por el modelo neoliberal que desde las últimas 3 décadas nos había acostumbrado a las malas noticias económicas, particularmente con la perdida del poder adquisitivo de los salarios, las altas tasas de desempleo, el aumento en la pobreza y el adelgazamiento de la clase media, resultado de políticas públicas aplicadas para beneficiar a un puñado por encima de las mayorías, amparados por la manipulación de los medios tradicionales de comunicación, la complicidad de los viejos partidos(PRI y PAN) que simulaban una competencia democrática, pero en los hechos comían y aun lo hacen, del mismo plato al servicio de una elite insensible y avariciosa que fue incapaz de encontrar salidas al malestar generalizado del pueblo, la unión del poder económico y el político que resultó en los fiascos del FOBAPROA, el desmantelamiento del campo mexicano, la migración, la violencia e inseguridad, entre otros lo convirtieron un amasiato contra México que ya era insostenible.

Desde muchos años atrás, décadas, Andrés Manuel López Obrador habría lanzado dos grandes verdades:

1.– La corrupción, el dispendio y abuso de poder de las elites y el gobierno a su servicio son causantes de la tragedia nacional, atinadamente los llamó la mafia en el poder.

2.- Por el bien de todos, primero los pobres, siendo jefe de Gobierno de 2000-2005 estableció diversos programas sociales pioneros en México (destacadamente el apoyo a los adultos mayores) bajo la tesis que estos ayudarían a reducir la pobreza.

Siendo victima de un fraude electoral en el 2006 y un cerco mediático en 2012, su llegada a la Presidencia de México en 2018 respaldada por poco más de 30 millones de mexicanos (53.19%) le valió convertirse en el presidente más votado en la historia del país y con esa legitimidad impulsó una serie de programas sociales en lo que ha denominado como el humanismo mexicano. Al igual que Andrés, el Gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya es también el más votado en Sinaloa, alcanzó el triunfo en su tercer intento en 2021 y ha priorizado el combate a la pobreza y la inversión en materia social, política que ha bautizado como gobierno con sentido humano, en un justo balance podemos concluir con los datos duros que tenemos, que ambos han acertado.

De acuerdo con el CONEVAL que es el organismo del Estado mexicano encargado de generar la medición multidimensional de pobreza en México, esto significa medir la pobreza a partir de la cantidad de carencias que tiene la población: rezago educativo, acceso a la seguridad social, a la alimentación, calidad y espacios de la vivienda y; acceso a los servicios básicos de las misma (luz, drenaje y agua),  interpretando los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH 2022) del INEGI, publicada el 26 de julio pasado, trae la buena nueva, casi 9 millones de mexicanos abandonaron la pobreza extrema, de 46,8 millones en situación de pobreza en 2022 frente a los 55,7 millones de 2020, casi 16% menos.

La llegada de Rubén Rocha Moya por MORENA también impulsó un cambio notorio en la política social, lo que permitió a Sinaloa ser el primer estado en establecer un Bienpesca Estatal. El programa beneficia a más de 30 mil pescadores. Somos también, el primer estado en universalizar la Pensión para Personas con Discapacidad Permanente. En datos oficiales de enero de 2023, El gobierno federal apoyaba en Sinaloa con algún tipo de pensión a 312 mil adultos mayores, a 52 mil personas con alguna discapacidad permanente, a 117 mil jóvenes estudiantes, y poco más de 10 mil con el Programa Sembrando Vida. Lo que combinado permitió a Sinaloa bajar 33% la pobreza extrema (2.7% en 2018 a 1.8% en 2022).

Esto demuestra que si la política de desarrollo social de la cuarta transformación tiene como hilo conductor el acceso efectivo a los derechos sociales y la igualdad de oportunidades habrá más noticias buenas como esta en el futuro. Son muchas las tareas pendientes, pero estamos en el camino correcto, las mayorías como centro de la política gubernamental y el constante avance de la separación del poder político del económico.