La lista plurinominal del Frente Corazón por México, la coalición formada por el PRI, el PAN y el PRD, ha generado críticas y rechazo de diversos sectores de la sociedad, que la consideran una muestra de la vieja política y de la falta de democracia interna de los partidos. Esta lista está encabezada por los líderes nacionales de los tres partidos, Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano, respectivamente, deja claro el interés de estos por asegurarse un cargo legislativo y el fuero constitucional por tres y seis años, sin importar el resultado de las elecciones.
Son los mismos que embaucaron a muchos personajes de la sociedad civil con el cuento de “ciudadanizar la política”, que prometieron una elección dónde los ciudadanos fueran protagonistas en los cargos de elección. Estos dirigentes sirven a su líder, el empresario Claudio X. González.
La lista plurinominal incluye a políticos cuestionados por su desempeño, su ética o su vinculación con casos de corrupción, como el prófugo de Ricardo Anaya, Francisco García Cabeza de Vaca ex gobernador de Tamaulipas acusado e investigado por narcotráfico, Manlio Fabio Beltrones, Rubén Moreira, Aurelio Nuño, Jorge Romero Herrera del cartel inmobiliario de la CDMX, entre otros. Este listado plurinominal del frente parece más bien, una declaración de derrota anticipada de Xóchitl Gálvez, ya que golpea directamente a la línea de flotación de su discurso.
El frente ha dado, en los hechos, la razón a sus principales críticos, pues esta lista desnuda los pactos de conveniencia entre el PRI, el PAN y el PRD, que busca frenar el avance de Morena y la Cuarta Transformación en el Congreso, ante lo obvio, Xóchitl Gálvez está tan abajo en las encuestas (en algunos casos pierde 3 a 1 frente a Claudia Sheinbaum) que solo les queda concentrarse en las elecciones locales y federales para tratar de evitar que MORENA y aliados alcancen la mayoría calificada que le permita reformar la constitución.
El propio presidente Andrés Manuel López Obrador calificó la lista como una muestra de la decadencia política y moral de los partidos de la oposición, que se unen sin principios ni ideología, solo por el afán de conservar el poder y los privilegios.
La manera en la que se confeccionaron los nombres incluidos en las plurinominales, evidencia el cinismo y la desvergüenza de los partidos que la conforman, que no tienen propuestas ni liderazgos, no les interesa renovarse, solo protegerse. Esta lista es combustible para la crítica. Sin embargo, también debe ser un espejo para el resto de partidos que deberán considerar la importancia de renovarse y leer bien, el ánimo popular que clama decir adiós a “los mismos de siempre”.
Asimismo, basta con echarle un vistazo para observar que ignoran la diversidad regional y la densidad poblacional (ejemplo el PRI lleva en la segunda circunscripción dos diputados federales de Sinaloa que no representa el 2.5% del electorado nacional), dejaron de lado la representación de las minorías o los derechos de los militantes de base que, evidentemente, fueron relegados por las cúpulas partidistas, que impusieron sus criterios y sus intereses de grupo. Estos cuadros protegidos por la derecha no generan confianza ni credibilidad en el electorado, ya que representan lo peor de la política mexicana, basta ver sus antecedentes.
Lo más grave, es que excluyeron a personas de la sociedad civil, de las organizaciones sociales o de los movimientos ciudadanos, que reclamaban una mayor apertura y participación en la conformación de las candidaturas, así como una renovación de los cuadros políticos, quienes esperaban que estos partidos cumplieran la promesa que hicieron desde hace casi dos años, en torno a la que giraron todas las peroratas discursivas, ciudadanos al poder decían, pero en honor a la verdad, los ciudadanos que les creyeron fueron vilmente estafados.
En la urna, podrán saldar cuentas.
Nos leemos el próximo miércoles, aquí en Mesa Reservada.
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Edgar Adair Espinoza Robles es Licenciado en Ciencias Políticas, con maestría en Administración Estratégica con énfasis en Capital Humano por la UAS. Analista político con experiencia en el ámbito federal, estatal y municipal.
